En general -precisó- fueron elecciones limpias, tranquilas, competitivas, con resultados claros aunque muy estrechos.
Agregó que «en materia electoral no cabe duda que América Latina ha tenido progresos enormes y esos se han expresado de manera plena en el año 2006».
Este es un año en el cual la gobernabilidad y la estabilidad política pasan a tener una importancia mucho mayor, subrayó al hablar hoy en un seminario sobre «La dimensión política de la gobernabilidad democrática», organizado por la OEA y Proyectamérica.
Por su parte, el canciller chileno Alejandro Foxley afirmó que «la democracia para consolidarse y ser aceptada debe ser inclusiva en lo social; pero, también, tiene que ser inclusiva en el modo de tomar decisiones».
Dijo que Chile ha planteado la globalización como un hecho y una oportunidad, compensando los efectos negativos que también tiene.
Se trata de un largo camino de transformación -agregó- hacia una sociedad más abierta, no sólo en lo económico, sino también en lo social, en lo político, más inclusiva y más transparente.
En tanto, el presidente de Proyectamérica, José Antonio Viera-Gallo, alertó sobre «la Espada de Damocles que pesa sobre la democracia: ¿será capaz de dar respuesta a las demandas de trabajo, educación, salud y bienestar y cultura de la gente?».
Se preguntó: ¿Podrá hacerlo en un mundo cada vez más competitivo y global, con ciudadanos cada vez más exigentes e impacientes?
En el foro participaron políticos de la región, incluyendo a Dante Caputo, Peter Hakim, Arturo Valenzuela, Antonio Navarro Wolf, Soledad Alvear, Francisco Rojas, Víctor Rico y Colin Granderson, entre otros.
En cuatro paneles (Sistemas Políticos Constitucionales, Procesos y Sistemas Electorales, Sistema de Representación Política y Papel de la OEA), los expertos analizaron distintas experiencias regionales respecto a la estabilidad institucional y la gobernabilidad democrática de los procesos.
Santiago de Chile, 13 de enero 2007
Crónica Digital/PL , 0, 37, 3