Según el subprefecto Víctor Torres, la bomba era, al parecer, de ruido, «pero de mucho poder».
Aunque la primera opinión de los expertos era que el artefacto contenía pólvora, el fiscal Patricio Caroca explicó que se realizan pericias para establecer la composición del explosivo.
Las versiones iniciales señalaron que el explosivo detonó poco antes de la medianoche en el Cantón de Reclutamiento de la capitalina comuna de Providencia y que los panfletos están firmados por un desconocido grupo denominado Federación Revuela 14-F Brigada Gaetano Bresci.
Santiago de Chile, 15 de Febrero 2007
Crónica Digital , 0, 32, 20
Jue Feb 15 , 2007
Lo que ahora ocurre es que Lugo, se ha colocado del lado opuesto de la barricada donde, con honrosas excepciones, estuvo siempre la jerarquía eclesiástica latinoamericana. El pecado de Lugo no es hacer política, sino asumirla como un apostolado, considerarla continuidad de su obra misionera y desmarcarse del enfoque de la Doctrina Social de la Iglesia que reconoce la dignidad de los pobres, demanda respeto para ellos, aunque no se empeña en suprimir la pobreza, para lo que, además de orar es preciso actuar. Los opresores y los oligarcas olvidan fácil e incluso borran de su mala memoria aquello que no les conviene. Siglos antes de que Camilo Torres se uniera a la guerrilla y, previo a que debutara la Teología de la Liberación, los papas gobernaron Europa, fraguaron y ejecutaron las Cruzadas, emitieron las Bulas que auspiciaron la conquista de América y mediante el Tratado de Tordesillas repartieron el mundo. Hombres de la Iglesia, fueron los cardenales Richelieu y Mazarino, artífices de la monarquía absoluta francesa, consejeros de los reyes Luis XIII y XIV, promotores del colonialismo frances sobre Canadá y las Antillas. Primer Ministro de Francia y poder real detrás de Luis XIV, Mazarino, además de multimillonario, amante de los placeres de la carne, del vino y la buena mesa, jugador empedernido fue el político más ambicioso y de los más reaccionarios de su tiempo. Lo nuevo en América Latina es que las vanguardias se percataron de los recursos del sistema, bajaron el perfil de la crítica abstracta y aprendieron a utilizar sus resortes electorales y han convertido las elecciones, tradicional comodín mediante el que las elites gobernantes se alternaban en el poder, en instrumento de las luchas populares. Así ocurrió recientemente en varios países, ocurre hoy en Paraguay y se anuncia en Guatemala donde Rigoberta Menchú ha dado la señal para la arrancada de la embestida popular que pudiera pasar por las urnas a una de las más retrogradas y corruptas y criminales oligarquías latinoamericanas. De ese modo se acentúa la tendencia a superar uno de los defectos de la izquierda latinoamericana que tradicionalmente se comportó como si viniera de afuera, encajando la principal acusación que se hizo siempre a los socialistas y comunistas, excluidos y maldecidos porque, según se decía, obedecían a una ideología exótica y atea. La acusación es gratuita. En América Latina no existe ninguna ideología y ningún pensamiento realmente endógeno. No sólo el socialismo, sino también el liberalismo y el conservadurismo, la masonería, las religiones y las teorías acerca del Estado y el Derecho, lo mismo que el bonapartismo y el fascismo son europeos. Finalmente parece que la democracia se impondrá en América Latina aunque, como suele ocurrir, en la medida en que no sirva de instrumento a la oligarquía y el imperio, las elecciones perderán muchos de los encantos que las clases dominantes les atribuyeron. A la mayoría de edad de los líderes latinoamericanos no oligárquicos y no liberales, y a su capacidad para calibrar de la táctica de la lucha política, […]