Ese hallazgo resulta útil para el tratamiento de enfermedades que lo afecten, según los resultados de estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Auckland y de la Sahlgrenska Academy en Goteborg, Suecia.
Con el uso de IRM, imágenes de resonancia magnética, y el análisis de tejidos cerebrales de cadáveres, los investigadores encontraron células que nacen en una zona del cerebro y después «viajan» a donde se procesa el olfato.
En el camino maduran hasta convertirse en neuronas, explicaron en la última edición de la revista científica estadounidense Science.
Los investigadores conocían que las ratas producen neuronas durante toda su vida, y se sospechaba que los humanos también.
«Nuestro estudio provee la fundación de esta posibilidad en el cerebro humano adulto», indicaron los autores del estudio en el artículo.
Encontrar esas células en el cerebro de las personas resulta más difícil que en los animales, puesto que poseen una masa cefálica más grande, explicaron los científicos.
El olfato en los humanos, precisaron, es fundamental para la detección de olores y su pérdida podría ser una señal temprana del desarrollo de patologías neurodegenerativas como el mal de Alzheimer.
«Este estudio es emocionante porque revela que un grupo de neuronas del cerebro humano adulto están regenerándose constantemente», opinó el doctor Mark Baxter, de la Oxford University en Gran Bretaña, quien no participó en el estudio.
Por su parte, Sebastián Brandner, de la División de Neuropatología del Instituto de Neurología del University College London, consideró que «comprender la biología de las células» podría ayudar a entender las enfermedades cerebrales.
Washington, 19 febrero 2007
Prensa Latina , 0, 30, 10