Un equipo de investigadores evaluó la teoría sobre las diferentes etapas por la que se pasa después de la pérdida de un familiar o cónyuge.
Según esa teoría, los dolientes atraviesan períodos que van desde la incredulidad, añoranza, malestar por la sensación de abandono, la depresión y finalmente la aceptación.
Sin embargo, el estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental, el Instituto Nacional del Cáncer y otros centros, muestra que el indicador de duelo más común es la aceptación.
La añoranza estuvo presente desde el primer mes hasta dos años después de la pérdida del familiar o el cónyuge, precisaron los autores del artículo.
El equipo de la Escuela Médica de la Universidad de Yale, en Connecticut, analizó un trabajo realizado entre el 2000 y el 2003 que involucró a más de 200 personas en esa situación.
La pareja del 83,8 por ciento de los individuos que participaron en la pesquisa había fallecido.
En el estudio de las respuestas psicológicas, el equipo halló que la incredulidad llegó a su máximo nivel tras un mes del deceso, la añoranza cuatro meses después, la ira alcanzó su punto máximo cinco meses más tarde y la depresión seis meses después.
«La identificación de las etapas normales del duelo realza el entendimiento de la forma en que la persona común procesa la pérdida de un familiar o un ser muy querido», precisó el artículo.
«Todos las emociones negativos del duelo disminuyen unos seis meses después del fallecimiento», indicaron los especialistas.
Washington, 21 febrero 2007
Crónica Digital/PL
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