Aunque aclaró que lo hará con reservas y que pudiera cambiar de opinión en el futuro, el ex obispo de la Iglesia Católica accedió a formar parte de un frente opositor, integrado por agrupaciones políticas tradicionales y movimientos sociales de reciente formación.
«He recibido la invitación de firmar el Acuerdo Político como adherente, como un ciudadano más que ha acogido con mucha alegría esa convocatoria, pero eso no implica un compromiso explícito después, cuando pueda tener un discernimiento más claro», afirmó.
En opinión del dimitente prelado, el punto más vulnerable del mencionado bloque es la ausencia de un programa común en el que se reconozcan todas las fuerzas de la oposición.
Sobre el mecanismo empleado para designar al candidato de la Concertación, Lugo llamó la atención en torno a la propuesta de elección a padrón abierto. Puede generar fisuras muy peligrosas al interior de la unión, precisó.
Se puede dar el caso, dijo, de otorgar prerrogativas de votación a correligionarios del gobernante Partido Colorado ausentes de las internas de su agrupación y finalmente decidir ellos quien será el candidato de la alianza opositora.
Esta semana Lugo, quien colgó la sotana en diciembre de 2006 para poder aspirar al sillón presidencial, reiteró su renuncia indeclinable a ejercer el ministerio de la Iglesia, mediante carta enviada al Papa Benedicto XVI.
«Estoy convencido de que la Constitución me habilita plenamente para ser candidato», aseguró el ex líder eclesiástico en declaraciones ofrecidas la víspera a medios de prensa.
Una reciente encuesta, divulgada por el rotativo Ultima Hora, indicó que Lugo continúa siendo el candidato mejor posicionado para las próximas elecciones en Paraguay.
Asunción, 1 de marzo 2007
Prensa Latina , 0, 17, 11