Navarro mostró su preocupación por la posible medida e hizo un llamado a la ciudadanía para no aceptar el alza de cobros. No se puede jugar con las expectativas de los usuarios. Los usuarios no deberían pagar ni siquiera la actual tarifa, si el servicio es incompleto, subrayó.
Un alza de precios no puede tolerarse si ni siquiera se ha cumplido con el precio actual. Sería verdaderamente un robo, apuntó.
Dijo que es evidente que la única forma de evitar un alza de tarifas es a través de subsidios. Se replica con el Transantiago el modelo de Salud y Educación, donde los sistemas privatizados implican subsidios que benefician sólo a los privados y no a los usuarios.
Para Navarro, la solución es una ley que autorice al Estado a administrar y operar el Transantiago, una responsabilidad que nunca debió entregar, focalizando los subsidios con equidad. Lamentablemente esta ley sólo la puede presentar el Ejecutivo y no los parlamentarios, de acuerdo a lo que señala la Constitución chilena.
Santiago de Chile, 6 de marzo 2007
Crónica Digital
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