Expertos de la Universidad de Stanford encontraron que menores con estrés extremo presentan un hipocampo debilitado, lo que puede disminuir la capacidad del menor para enfrentar ese problema y aumentar su ansiedad.
Además, el equipo encontró en la sangre de 15 niños con PTSD niveles elevados de cortisol, conocida como la hormona del estrés, y que estudio con animales han demostrado que destruyen las células del hipocampo.
El exceso de cortisona debilita más el hipocampo, lo que aumenta la ansiedad, escribieron los investigadores, quienes piensan que el daño frecuente en el hipocampo puede mantener el estrés y entorpecer la terapia en menores.
Los niños involucrados en el estudio fueron víctimas de fuertes incidentes traumáticos, como accidentes, abuso físico, emocional o una pelea violenta.
«Son niños que sienten como si estuvieran sin poderse mover en medio de una calle mientras un camión se aproxima rápidamente hacia ellos», explicaron los científicos en la revista.
Según los expertos, la investigación contribuye a entender por qué algunos pequeños soportan mejor el estrés que otros, y cuáles son los efectos a largo plazo de ese problema.
Londres, 6 de marzo 2007
Prensa Latina , 0, 20, 10