Investigadores del Museo de Historia Natural del estado de Florida analizaron el comportamiento de esos animales cuando sus huevos eran eliminados de los nidos ajenos en que los depositaban, refierió Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El equipo observó 182 nidos, de esa cifra el 56 por ciento sufrieron la furia de los tordos como «venganza» al ser retirados sus huevos. En cambio, donde fueron aceptados apenas un seis por ciento de los nidos recibió daños.
Son las hembras las que dirigen esta operación mafiosa. «Nuestro estudio demuestra que muchas hembras volvieron y rompieron el nido al descubrir que habíamos sacado los huevos parásitos», manifestó Jeff Hoover, director principal del estudio.
El equipo encontró además que las tordos planean su modo de actuar y dañan nidos para que la ave huésped tenga que fabricar otro.
«Es entonces cuando la hembra sincroniza el depósito de huevos para hacerlo coincidir con la construcción del nuevo nido», explicó Hoover.
Washington, 7 de marzo 2007
Prensa Latina , 0, 21, 10