La falta de independencia, particularmente en lo que se refiere al nombramiento y designación de los jueces y el que sea un sistema piramidal, donde la Corte Suprema pasa a ser un tribunal, además disciplinario, no es lo que corresponde, señaló tras impartir el Taller sobre Código de Ética Profesional en la Facultad de Derecho de la Universidad Central,
Agregó que los tribunales de justicia debieran ser jerárquicamente jurisdiccionales, lo que implicaría que si una persona no está de acuerdo con la resolución de un tribunal inferior puede recurrir a un tribunal superior para que se corrija, anule o enmiende el procedimiento, o se realice la función propiamente jurisdiccional del tribunal superior.
Dijo, que no estoy de acuerdo en que los tribunales superiores califiquen a los inferiores, porque les pueden pedir favores, porque si no les gusta la manera de ser de los jueces, la que es impecable en varios casos, a veces, los que fallan son los superiores. El sistema en sí es malo debido a lo piramidal que es.
Guzmán, quien se desempeña como decano de la escuela de Derecho de la Universidad Central, sostuvo en cuanto al nombramiento de los jueces, el que depende de los senadores, del Presidente de la República, del Ministro de Justicia y de los superiores jerárquicos, que esto implica que los jueces, muchas veces, no actúan por el deber ser, por el juramento y por su vocación de ser jueces, sino que, a veces, son arribistas que pretenden llegar a los cargos superiores y hacen favores indebidos, reciben todo tipo de presiones e incumplen con las normas éticas básicas del cargo. Esto no es general, pero en una gran parte existe este vicio que debe corregirse.
El ex magistrado aseguró que una manera de poner fin a un sistema que permite la presencia de vicios sería el establecimiento de un organismo, como el Consejo Nacional de la Magistratura, existente en la mayor parte de los países civilizados. Es una entidad que se dedica a los nombramientos, ascensos y calificaciones de los jueces y no interviene con influencia en relación a los magistrados. Agregó que constituye un problema ético de carácter nacional el que los parlamentarios se aboquen al tema y vean cómo crear la independencia del Poder Judicial, tan necesaria para la gente y la patria. Es un problema de patriotismo y de querer tener una mejor justicia.
Guzmán precisó que si se obtiene la independencia política, funcional y económica, estaríamos hablando de un verdadero Poder del Estado y no de un servicio del Estado como llamo al Poder Judicial. Cada vez que hablo de este Poder prefiero utilizar bien el término y por eso prefiero hablar de servicio judicial y no de Poder Judicial.
En cuanto a la ética profesional, el ex juez Juan Guzmán advirtió que los abogados no pueden olvidar jamás que son servidores de la justicia y ése es su deber ser. Los vicios en gran parte se están solucionando con el sistema oral y tenían que ver con el secreto del sumario y con los abogados penalistas que se conseguían a toda costa juicios criminales que estaban en sumario, para hacer sus defensas.
El ex magistrado recalcó que lo más importante es la transparencia, las conversaciones entre abogados y jueces no debieran producirse, a menos que estén los dos abogados juntos. Otra de las fallas a la ética tiene que ver con el cobro de honorarios desmedidos y de las peticiones absolutamente inadecuadas de juicios que no debieran serlo.
Santiago de Chile, 7 de marzo 2007
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