El algoritmo de Emory, como se conoce a esa técnica, puede incluso cambiar la manera en que los riñones de donantes difuntos se asignan en Estados Unidos.
Muchos pacientes han desarrollado sensibilidad contra antígenos de leucocitos (HLAs) que juegan un papel importante en el sistema inmune.
Estas personas representan un tercio de los que esperan donaciones en este país, pero solo 15 por ciento recibe cada año riñones de fallecidos, explicaron los científicos.
El método predice la compatibilidad de los pacientes en la lista de espera con el órgano que recibirán.
Un estudio de cinco años difundido el año pasado por científicos de esa universidad en la revista de American Journal of Transplantation, reveló que el algoritmo aumentó el índice de trasplantes de 15 a 25 por ciento.
Washington, 7 de marzo 2007
Prensa Latina
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