A raíz de su gira latinoamericana, dijeron que los estadounidenses se oponen a la política intervencionista de Bush, así como a la guerra fratricida en Irak, a la destrucción del ecosistema y a la violación de los derechos humanos en la base militar de Guantánamo.
Sobre la política internacional de Chile, plantearon la necesidad de «establecer relaciones privilegiadas con los pueblos y los gobiernos progresistas de América Latina», y nombró al respecto a Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
Hay que evitar caer en la visión norteamericana de condena a todo lo que se opone a su manejo político-económico y a la política neo-liberal, dijeron en un comunicado público.
Los firmantes, quienes fueron miembros del comité central del PS durante el gobierno del Presidente Salvador Allende (1970-1973), también llamaron a condenar el bloqueo norteamericano contra Cuba.
Carlos Altamirano, María Elena Carrera, Luis Lobos, Roberto Aguirre, Víctor Barberis, Esteban Bucal y Hernán Coloma, entre otros, exhortaron a su colectividad a «expresar con fuerza que somos un partido anti-neoliberal».
«Somos decididos impulsores de la globalización, pero ésta no debe ser planificada, organizada ni ejecutada según el sistema neoliberal de beneficio de unos pocos a costa de la mayoría de la población», afirmaron.
«El partido debe reposicionarse en la izquierda del arco de las fuerzas democráticas que combatieron a la dictadura y, en tal línea, es fundamental tomar como bandera el cuestionamiento del modelo económico imperante», insistieron.
Llamaron asimismo al Estado a recuperar su «rol conductor de las aspiraciones de democracia, justicia social y calidad de vida del pueblo chileno».
Indicaron que es necesario «buscar la reformulación de la política económica, para terminar con la ignominiosa desigualdad social. Condenar la corrupción y combatirla, esté donde esté».
Santiago de Chile, 11 de marzo 2007
Crónica Digital/ (PL) , 0, 34, 3