Cabezas que es un reconocido académico local indicó a Crónica Digital que finalmente el presidente George W. Bush,logró imponer su lógica de muerte al respaldar la liberación de Posada Carriles.
En tanto, Juan Andrés Lagos dijo que la liberación del terrorista de origen cubano, constituye una concesión del sistema judicial estadounidense a la Casa Blanca.
Los periodistas recordaron que Carriles fue un agente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), y que fue entrenado para realizar atentados contra civiles y asesoró siniestras policías secretas de Venezuela, Guatemala, El Salvador, Chile y Argentina, las cuales son las causantes de miles de desapariciones en esas naciones en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado.
Posada Carriles es responsable de colocar bombas en dependencias del gobierno cubano en Portugal, Costa Rica, Jamaica, Barbados, Colombia y Puerto Rico y fue uno de los autores intelectuales de un atentado contra una aeronave cubana en 1976 en el que murieron 73 personas, recordó Cabezas.
En tanto, Lagos afirmó que el criminal tiene implicancia en el atentado que terminó con la vida del ex Canciller chileno Orlando Letelier y su secretaria en la capital de Estados Unidos en 1976.
Por último los dirigentes realizaron un llamado a los chilenos y chilenas a repudiar la liberación del terrorista como incrementar la solidaridad con los cinco héroes cubanos que se encuentran presos en las cárceles de ese país a duras sentencias que van de varios décadas de prisión a varias cadenas perpetuas.
Posada Carriles fue puesto en libertad tras pasar casi dos años en una cárcel de Texas, por haber mentido a las autoridades migratorias norteamericanas sobre su entrada a ese país.
El terrorista, entrenado y financiado por la CIA, es responsable de la explosión de un avión civil cubano con 73 personas a bordo, frente a las costas de Barbados en 1976.
También realizó innumerables actos de terror contra Cuba, entre ellas una ola de sabotajes en hoteles habaneros en 1997, que mató a un turista italiano.
Tras fugarse en 1985 de una cárcel venezolana donde esperaba sentencia por el crimen de Barbados, participó en la guerra sucia de Washington contra la Revolución Sandinista, a las órdenes del coronel Oliver North, célebre por el escándalo Irán-Contras.
Santiago de Chile, 20 de abril 2007
Crónica Digital
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