En una charla que denominó «Un viaje a las raíces», el intelectual demostró que la génesis de la formación revolucionaria de Guevara está íntimamente ligada a sus viajes por el continente durante los años 1952 y 1953.
Suárez defendió en el simposio La Epopeya Suramericana del Che, organizado aquí por el Parlamento Latinoamericano, la idea de que ir a las raíces es la forma de desmentir antigua campañas mediáticas del imperialismo (por Estados Unidos).
El primero de sus periplos, que emprendiera Guevara en moto con su compatriota Alberto Granado, lo llevó en 1952 desde Argentina a Chile a través de los Andes, por una ruta parecida a la del general José de San Martín cuando fue a liberar aquella larga franja de tierra junto al Pacífico.
Pero dos años antes, precisó Suárez, realizó un recorrido de cuatro mil 500 kilómetros por la Argentina profunda, durante el cual conoció el alma del pueblo marginado en lugar de monumentos, museos o sitios de interés turístico.
Reseñó también que durante el viaje latinoamericano pasó por sitios como Ayacucho y Guayaquil, relacionados con la epopeya independentista del siglo XIX y luego cruzó los Andes en la dirección Colombia-Venezuela, tal como lo hiciera Simón Bolívar.
Toda la experiencia acumulada a través de continuados contactos con aborígenes, peones y obreros trashumantes lo ayudó a conformar un pensamiento revolucionario, con fundamentos marxistas, mucho antes de encontrarse con Fidel Castro en México, insistió Luis Suárez.
Caracas, 5 de mayo 2007
Prensa Latina , 0, 50, 9