Lo que Al Gore debe hacer es tratar de alcanzar la presidencia de Estados Unidos para cambiar la actitud y las políticas que ese país, uno de los más contaminantes del mundo, han contribuido a llegar a este punto de fragilidad medioambiental sistémica, dijo el Navarro, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, a propósito de la visita y exposición del ex vicepresidente norteamericano en Chile.
El parlamentario dijo que aunque sin duda Una verdad incómoda ha sido un aporte al debate sobre los efectos del calentamiento global, si no se hace nada en Estados Unidos, y en otros países como China, la verdad es que no sirve de nada entonces que el resto del mundo tomé conciencia y adopte medidas. Por eso Gore, que ya fue el segundo hombre de la administración Clinton, y que perdió la presidencia ante Bush por secretaría, debe insistir en ser presidente de Estados Unidos, para aportar desde allí a salvar nuestro planeta, empezando por ratificar el Protocolo de Kyoto que hasta se ha negado a suscribir sistemáticamente.
Para aportar en esta necesaria cruzada para salvar a la Tierra -añadió- no es suficiente que personeros como Al Gore se pongan un poco más verdes. Lo que se necesita es que junto con profundizar su compromiso por la sustentabilidad del planeta, tengan el poder para tomar decisiones y cambiar el rumbo del actual estado de cosas. No sirven los ecologistas de baquelita, que se ven bien, pero que no producen ningún cambio.
Por eso, más que convencernos a nosotros los chilenos, que más allá de nuestros problemas ambientales, no somos un país contaminante, lo que tiene que hacer es poner a su propio país como prioridad en su agenda.
Finalmente Navarro señaló que ya pasó la época en que nos vendían a vender espejos y cruces a cambio de nuestras riquezas. No es lógico ni justo que sean los países que no contaminan los que hagan esfuerzos para salvar al mundo. El mayor esfuerzo lo deben los que más contaminan, es decir EEUU y China que, desde los extremos del sistema económico, nos amenazan con la destrucción del planeta.
Santiago de Chile, 11 de mayo 2007
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