Expertos del Instituto del Cáncer Dana Farber y la Escuela Médica de Harvard, en Boston, descubrieron una decena de copias de ese gen en ciertos tipos de tumores.
En las células normales solo están presentes dos copias del gen IKBKE.
El doctor William Hahn, quien lideró el estudio, indicó que si existe la posibilidad de «apuntar» al IKBKE, podría ser de utilidad en el futuro.
Los investigadores explicaron, que dicho gen codifica un tipo de proteína, quinasa llamada IKK-epsilon, que interviene en el control del crecimiento celular.
Al existir múltiples copias de un gen, una célula puede producir mucha quinasa, lo que estimula las señales de crecimiento de las células, proceso que se altera en algunos tipos de tumores.
Los individuos no heredan las múltiples copias de sus padres, sino que parecen surgir de forma espontánea en células individuales, por procesos que aún los investigadores no logran develar.
El equipo encontró que las células con más copias del gen, producían una mayor cantidad de proteína.
En ensayos de laboratorio, los investigadores evitaron que las células cancerígenas crearan IKK-epsilon, por lo que dejaron de crecer y murieron.
Washington, 15 de junio 2007
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