En los últimos días las conversaciones entre funcionarios de ambos países parece haber tomado el camino de encontrar una salida al Océano Pacífico para Bolivia.
Al ser consultado por la prensa, el canciller boliviano, David Choquehuanca sostuvo: «Consideramos que es un avance que los senadores hablen de una salida al mar», palabras expresadas en el apoyo mostrado por los legisladores chilenos en cuanto al tema.
A su vez, Choquehuanca dijo que como parte de la construcción de la confianza mutua entre Chile y Bolivia, se han registrado avances considerables como el establecimiento de una agenda bilateral de 13 puntos, sin exclusiones y en el que por primera vez está la demanda marítima de Bolivia.
«Han habido muchos encuentros entre autoridades parlamentarias, universitarios, las municipalidades, artistas, indígenas, militares y todo eso es parte de la construcción de la confianza mutua y consideramos que es un avance que los senadores hablen de una salida al mar», precisó el funcionario boliviano.
En ese marco, senadores de los congresos de Bolivia y Chile sostuvieron la semana pasada un primer encuentro en La Paz, sede del gobierno boliviano, para consolidar la liga Parlamentaria Boliviano-Chileno.
El diálogo se realizó sobre temas referidos al desarrollo de la confianza mutua, el tema marítimo, la integración física, la complementación económica, comercial, educación, salud, narcotráfico y cultura.
Cabe recordar, que el país andino perdió su acceso al mar durante la guerra del Pacífico (1879-1883) que libró contra Chile en 1879. Desde entonces las relaciones bilaterales entre ambos países fueron casi nulas.
En 1978 se rompieron las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, luego del frustrado acercamiento entre los generales, Augusto Pinochet de Chile y Hugo Banzer de Bolivia, ambos gobernantes bajo dictaduras militares durante esa época
Sin embargo, y contrariamente a esa vieja política, la llegada a la presidencia de Evo Morales, en Bolivia, y de Michelle Bachelet, en Chile, en enero y marzo de 2006, respectivamente, abrió una nueva etapa en las relaciones de acercamiento entre los dos países.
Pese a los grandes pasos que se dieron en este debate, existen algunas diferencias entre ambos gobiernos en cuanto a cómo será este posible acceso al mar para Bolivia.
Después de los inéditos encuentros sostenidos por autoridades chilenas y bolivianas, en diferentes niveles, en los últimos 15 meses, los representantes chilenos hicieron notar, que si bien el tema marítimo se debatirá como parte de una agenda de temas de interés compartido, su solución no pasa por la cesión de un territorio con soberanía de parte de Chile a Bolivia, sino por hallar otras fórmulas, aún no definidas formalmente.
«Los senadores chilenos, fueron claros en señalar que Chile jamás se desprenderá de un centímetro de su territorio, a menos que se le compense con otro de similar extensión», manifestó el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores, Tito Hoz de Vila, al referirse a las conversaciones sostenidas con los representantes chilenos en el encuentro oficial que sostuvieron entre pares, el jueves 14 pasado en La Paz.
En este marco, en las últimas semanas, algunos parlamentarios chilenos han pedido a su gobierno hablar con franqueza y no alentar en los bolivianos falsas expectativas con relación a su demanda marítima, un tema que no tiene para Chile la misma importancia que para Bolivia, pese a que está en la agenda «sin exclusiones, de 13 puntos, acordada hace un año entre ambos países y 13 puntos en los que debía avanzarse de manera simultánea.
Hoz de Vila informó que la delegación integrada por cinco senadores, de diferentes partidos políticos, de la Comisión de Relaciones Exteriores de Chile, durante está visita a La Paz, también dejó en claro que cualquier porción de territorio que se le otorgue a Bolivia no puede implicar soberanía.
A su vez, agregó que los parlamentarios chilenos rechazaron de plano cualquier opción de soberanía compartida con el Perú -de Arica como planteó el embajador de Bolivia en Perú hace un par de semanas-, porque creen que eso es modificar el Tratado de 1914 suscrito con ese país. Asimismo, establecieron que ningún territorio que se le otorgue a Bolivia, puede afectar la continuidad del territorio chileno.
Seguidamente, Hoz de Vila resaltó que desde el punto de vista de los senadores chilenos, por principio y para una adecuada convivencia internacional, es fundamental el respeto de los tratados suscritos entre los países, independientemente de las condiciones en que estos fueron firmados, aunque esto no significa que se puedan suscribir nuevos tratados o acuerdos, incluso en el tema marítimo.
Por otro lado, la Comisión de Relaciones Exteriores de Bolivia, según fuentes, habría propuesto a la delegación chilena no interpretar el concepto soberanía desde un solo punto de vista, de una posición indefinida de un territorio, sino ampliarla para llegar a una fórmula híbrida de uso soberano de una franja territorial que puede otorgar Chile a Bolivia.
«Esta franja que para no interrumpir la continuidad territorial de Chile necesariamente tendría que estar ubicada en el norte de Arica por debajo de la Línea de la Concordia (en territorio que fue del Perú), así también tendría continuidad territorial desde Bolivia hasta la costa del Pacifico», explicó el senador Hoz de Vila, al agregar que en esa franja los bolivianos tendrían que poder adquirir propiedad, elegir autoridades para la región, establecer impuestos, tanto bajo el control de la región como del gobierno central, regirse por leyes bolivianas y que la moneda boliviana sea la oficial.
Las únicas restricciones que se establecerían en el nuevo tratado, serían la de prohibirle a Bolivia instalar bases militares en ese territorio, plantas nucleares de cualquier naturaleza, y otras que amenacen el medio ambiente.
Para un futuro inmediato, desde La Paz se prepara el camino para avanzar a una segunda fase.
El presidente boliviano propuso a Chile, en declaraciones que realizó la semana pasada, avanzar a una segunda fase en las negociaciones bilaterales, tras haber logrado avances importantes en el establecimiento de una confianza mutua, el primer punto de la agenda bilateral.
«Hasta ahora hemos sentado una confianza, antes teníamos muchas diferencias por problemas por los demás conocidos. Confianza entre presidentes, confianza entre gobiernos y fundamentalmente es confianza entre pueblos. Nuestro gran deseo es saltar a la segunda fase, y a como dentro de los 13 puntos planteados por la cancillería dan los resultados para traer mayor confianza», señaló Morales al referirse a la demanda marítima boliviana.
En ese mismo marco, el canciller David Choquehuanca, en su intervención en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada a principios de mes en Panamá, expresó su deseo de proclamar «el retorno» de Bolivia al Océano Pacífico en el próximo encuentro del organismo internacional en 2008. «Éste es el pedido clamoroso de las fuerzas sociales, de los trabajadores, intelectuales, y de todas los bolivianos que piden salida al mar», indicó.
Contrariamente a estas perspectivas, las autoridades chilenas han expresado que se debe seguir avanzando en el acercamiento con Bolivia, pero que se debe ir con calma y en un diálogo sincero y franco. El diputado y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de Chile, Jorge Tarud (PPD), pidió las autoridades de su gobierno sincerar el diálogo con Bolivia, y aclarar dentro de los puntos que están en discusión con el país el tema de la cesión de soberanía territorial no está contemplado. «Lo que sí es importante para Chile es mejorar la relación bilateral con Bolivia», precisó por su parte el parlamentario chileno Iván Moreira.
Sin embargo, ese no sería el pensar de todos los chilenos. El diputado del Partido Socialista de Chile, Fulvio Rossi, el 11 de junio pasado declaraciones a medios de su país, pidió a la Cancillería de Chille cambiar su actitud «soberbia y arrogante» con Bolivia y aprovechar el buen momento. «El Ministerio de Relaciones Exteriores debe aprovechar el momento que se vive actualmente en las relaciones con Bolivia y retomar la conversaciones para buscar una solución al problema de mediterraneidad de la nación altiplánica», dijo el legislador Rossi, al agregar que este problema es para Chile una «piedra en el zapato».
Además, sostuvo que «Bolivia es uno de los principales socios comerciales de nuestro país -Chile- y de la región de Tarapacá. En esto quiero ser bien claro, sin la relación comercial con Bolivia, la zona franca, simplemente se muere».
Por ahora, el hecho de que el tema marítimo boliviano este signado en la agenda bilateral es un gran paso conseguido. Sin embargo, el derecho de Bolivia a volver a tener una soberana salida al mar, es el único objetivo que se tendría que cumplir, todo esto en virtud de una real integración regional, basado en la cooperación y las relaciones de amistad y hermandad entre los países.
Por AMP
Santiago de Chile, 19 de junio 2007
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