De acuerdo con la publicación, el profesor James Dumesic, del departamento de Ingeniería Química y Biológica de la Universidad de Wisconsin-Madison, desarrolló un proceso catalítico para transformar la fructuosa, un azúcar simple presente en las frutas, en 2,5-dimetilfurano.
Ese compuesto líquido, escribió Dumesic, presenta varias ventajas respecto a otros biocombustibles como el etanol, al cual supera en un 40 por ciento en cuanto a su densidad energética.
Su baja volatilidad e insolubilidad en el agua, estima el tecnólogo, lo hacen idóneo para ser empleado en el transporte automotor.
Frente a esas ventajas desde el punto de vista energético, el artículo de Dumesic evidencia un aspecto sumamente negativo del proceso de obtención del 2,5-dimetilfurano a partir de la fructuosa: cada litro de combustible significa menos alimento disponible.
Actualmente la industria alimentaria mundial utiliza cada vez más el jarabe rico en fructuosa como un poderoso edulcorante de fácil utilización.
Es particularmente utilizado en la elaboración de productos dietéticos, como alimentos para diabéticos y otros enfermos afectados por algunos padecimientos metabólicos.
Londres, 20 de junio 2007
Prensa Latina , 0, 83, 16