En declaraciones al diario El Comercio, Wagner, un veterano diplomático, dijo sobre la duración del litigio que «cinco años es un plazo razonable, puede ser un poco más».
Defendió, al mismo tiempo, la decisión peruana de apelar al citado tribunal, pues este hecho «estabilizará las relaciones con Chile, que están mediáticamente alteradas, aunque en sustancia sean buenas».
El pleito judicial en la corte de La Haya «canalizará y bajará las tensiones mediáticas», sostuvo.
Señaló la posibilidad de que Chile plantee que la Corte no es competente, a la luz de declaraciones del canciller chileno, Alejandro Foxley, en el sentido que para Santiago los límites con Perú son incuestionables.
En tal caso, el tribunal tendrá que resolver esa acotación, según Wagner, quien recordó que el Pacto de Bogotá, firmado por Lima y Santiago, establece que cualquier diferendo limítrofe puede ser ventilado en la Haya.
Ratificó de otro lado el objetivo gubernamental de recuperar la capacidad de la defensa peruana, de responder ante cualquier amenaza interna o externa y contar con un sistema de vigilancia y control territorial.
Ello implica adquisiciones de material bélico defensivo -armamento antitanque y antiaéreo y sistemas misilísticos-, por 655 millones de dólares en cinco años.
El objetivo es tener «capacidad de respuesta esencial que ofrezca confianza a los peruanos de que podemos responder ante una amenaza, por hipotética que sea», dijo.
Descartó que Perú considere la posibilidad de una guerra con Chile, pues el diferendo de límites marítimos solamente se puede resolver por la vía pacífica, en La Haya, y sostuvo que cada vez hay más confianza entre los dos países.
Lima, 25 de junio 2007
Prensa Latina , 0, 23, 11