Luego incorporé la medicina natural, en el trabajo la prevención de discapacidades entre quienes portaban dolencias o enfermedades crónicas.
Creamos en la Fundación, el programa Clínica de Reiki, incorporando a personas que arrastraban depresión por años, estrés prolongado, angustias, crisis de pánico, hipertensión, diabetes, colon, distintos tipos de cáncer y portadores de vih. Fuimos incorporando a su vez a quienes tenían dolores físicos y lesiones menores, por ejemplo, a la columna y al aparato locomotor.
Cuando nos llamaron a la Fundación Nacional de Discapacitados para ofrecernos estudiar Reiki como técnica de Medicina Natural, lo primero que dije fué: ¿Que es Reiki?. Al poco tiempo comprendí que se trataba de medicina convencional del oriente (medicina alternativa para los occidentales) que trabaja los tres planos del ser humano: cuerpo, mente y energía o espíritu.
Nunca imaginé los alcances de la Terapia y menos la efectividad que se podía alcanzar al trabajar el origen de las dolencias y enfermedades, entendiendo que es el plano físico (el cuerpo) lo último que se enferma. Aprendí que lo primero que se afecta es la energía vital de la persona ?plano sutil- que se ve afectado por los sentimientos y emociones de nuestra vida y por las toxinas que dañan el organismo, las cuales son generadas por nuestros propios pensamientos.
El año 2003 me diagnosticaron discopatía lumbar, es decir, el desgaste de uno de las separaciones que va entre cada vértebra de la columna, lo cual ante cualquier peso que tomaba o ejercicio que realizara, el cuerpo reaccionaba con una respuesta del todo dolorosa, por efecto de juntar las vértebras. Así estuve al menos dos años, con los denominados ?golpes de corriente? ocasionales que afectaban mi columna y que me dejaban en cama e incapacitado para caminar.
El origen: Sobrecarga de trabajo, estrés y Acoso Moral o *Mobbing prolongado que sufrí entre los años 2003 y 2005 a cargo de jefaturas violentas. El doctor, me comentó que tendría que ?aprender a vivir con el dolor? y que los ?calmantes? de por vida eran la mejor solución. Poco convencido de la explicación ortodoxa, investigué más sobre la Medicina Natural – Reiki y sus efectos en las discopatías.
Como Docente y Terapeuta de Reiki, comencé a realizar todos los días sesiones para otras personas y una vez a la semana tomaba una Terapia. Así estuve un año hasta que una mañana decidí volver a sacarme la radiografía. Imagínense como fue mi sorpresa al constatar que mi discopatía lumbar había desaparecido, sin duda por efecto de la aplicación de Reiki durante un año completo.
¿Aprender a vivir con el dolor?. En base a mi propia experiencia, no puedo más que estar plenamente convencido de que hay que desaprender a sufrir. Todo se transforma, nada es inmutable, ni los diagnósticos médicos, ni las políticas públicas, ni los sentimientos, tampoco las emociones y menos aún el cuerpo ?que muere y renace cada día-.
Los Talleres de Autocuidado que realizamos en empresas y organizaciones, actúan como rescate de la salud y calidad de vida de los trabajadores. Ambientes cargados de energía negativa, personas enfermas, equipos de trabajo con estrés avanzado, profesionales y técnicos literalmente quemados en sus puestos; no son más que la resultante de ausencia de una estrategia de Autocuidado.
Los Talleres son el elemento de seguridad que no pueden faltar ?igual que los guantes y las antiparras para un soldador- en ambientes donde se trabajan diariamente el dolor, la exclusión, la violencia y la pobreza. Me refiero a Hospitales, consultorios, escuelas, oficinas públicas, juzgados, hogares de niños, hogares de mujeres maltratadas, hogares de jóvenes drogadictos, municipalidades, sindicatos, etc.
La Salud Mental por ejemplo, es un problema de salud pública y hay que comenzar trabajando con los funcionarios públicos y/o privados, que atienden diariamente casos de pobreza y todo lo que esta arrastra. Ante desafíos personales de salud y/o de equipos de trabajo, recomiendo comenzar un tratamiento con Medicina Natural Reiki y fomentar Talleres de Autocuidado permanentes.
Por Alejandro Hernández, es Presidente de la Fundación Nacional de Discapacitados, Docente y Terapeuta de Medicina Natural / Mail: director@fnd.cl www.fnd.cl
Santiago de Chile, 15 de julio 2007
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