Prefiero quedarme con la frase de la Mandataria quien valoró el nuevo clima de entendimiento y diálogo con la Alianza, por lo tanto le pedimos que haga callar a Lagos Weber, enfatizó Lily Pérez.
Agregó, no puede ser que el ministro vocero de gobierno, que tiene entre otras responsabilidades Chiledeportes, no le dedica ni medio minuto a dicha institución, ya que no es capaz ni de revisar los currículum de los directores como ha quedado demostrado en los últimos tres casos, pero sí tiene todo el tiempo del mundo para dedicarse a atacar diariamente al candidato presidencial de la Alianza que es Sebastián Piñera.
Santiago de Chile, 2 de agosto 2007
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Jue Ago 2 , 2007
Amargo Mar (1984), de Antonio Eguino, polémica en su momento por su visión no tradicional del conflicto que originó la mediterraneidad de Bolivia, sigue vigente por esos mismos aportes, convertidos hoy en revisión académica y política de la historia. El filme de 95 minutos fue estrenado nada menos que en la Cineteca Nacional del Centro Cultural Palacio La Moneda (sede de Gobierno), en el marco de un seminario de historiadores chilenos y bolivianos dedicados a revisar el discurso oficial de la historia. No poca repercusión ha tenido esta acción del Consulado de Bolivia en Chile, encabezado por el Cónsul General Roberto Finot, quien dijo que la película se proyecta en un «momento muy importante» y no sólo por coincidir con el 182 aniversario de la Independencia de su país. También constituye un aporte, desde el arte, al proceso de acercamientos y de construcción de confianza mutua que desarrollan Evo Morales y Michelle Bachelet, mandatarios de estos países vecinos que, sin embargo, aun no tienen relaciones diplomáticas plenas. Junto al Cónsul Finot, Eguino y el historiador Fernando Cajías explicaron que, pese a ser una obra de ficción, la película es producto de cinco años de investigación en los escenarios de la Guerra del Pacífico (1879-1884), que involucró a Chile, Bolivia y Perú. «Amargo Mar», que contó con post-producción en institutos cinematográficos de Cuba y Perú, cuestiona versiones oficiales que presentan a traidores como héroes y viceversa y ocultan los intereses económicos que surgieron en el litoral boliviano del siglo XIX. Este filme refleja, además de las acciones de guerra, los procesos políticos, económicos y sociales que vivían los tres países antes de estallar el conflicto. La película de Eguino es la primera que se estrena en Chile, pero en septiembre habrá un Ciclo de Cine Boliviano, como parte del proceso de diálogo, que el Cónsul Finot dijo se trabaja «día a día». En ese sentido, ambos gobiernos establecieron una agenda de trece puntos, sin exclusiones, con temas de mutuo interés, incluida la demanda boliviana de salida al mar. En los últimos meses, se realizaron intercambios de delegaciones de jóvenes, parlamentarios, empresarios, artistas y ministros de Bolivia y Chile, así como mutuos homenajes de las instituciones armadas de ambos países. Es en ese marco -dentro de una serie de actividades por el aniversario en Chile de la Independencia boliviana este 6 de agosto- que «Amargo Mar» aporta argumentos que han ido cobrando mayor vigencia aun con el paso del tiempo. El autor es Corresponsal de Prensa Latina en Chile Santiago de Chile, 2 de agosto 2007 Crónica Digital , 0, 157, 9