Este temor nos lleva a informar a toda la comunidad estudiantil y académica acerca de los riesgos que implicará la construcción del complejo hidroeléctrico Alto Maipo, presentado por AES Gener.
La iniciativa, que se ejecutaría el 2011 en el sector del Cajón del Maipo, consta de dos centrales (Las Lajas y el Alfalfal II, que entregarían al sistema interconectado central 531 mwh), las que se alimentarían de tres ríos (Colorado, Yeso y Volcán) que verían seriamente comprometido su caudal. Estos alimentadores serían a través de túneles habilitados al interior del suelo fértil de la zona.
La empresa en cuestión asegura que el impacto será menor porque no se inundarán los suelos. Sin embargo, considerando que en nuestro país cada cierto tiempo se aprueban proyectos que bien poco respetan el medioambiente, es necesario preguntarse ¿dónde quedarán los desechos de la construcción de los túneles? La respuesta hasta hoy es ambigua.
La alteración de un frágil ecosistema trae aparejado una gran cantidad de aristas y precisamente no se les está prestando atención a éstas. Con la construcción del complejo hidroeléctrico se atentaría irremediablemente contra la actividad de un gran número de personas que viven de la industria del turismo y se vulnera el artículo 19 Nº 21 inciso 1º C.P.R., que establece: El derecho a desarrollar cualquier actividad económica , garantía constitucional que se encuentra amparada por el recurso de protección (artículo 20 C.P.R.).
La calidad de vida de cientos de personas se vería afectada, la actividad del arriero que recorre los cordones montañosos del Cajón no será la misma y su actividad económica se acabaría, ya que los sectores comprometidos en el proyecto involucran gran parte de la zona. Además, la empresa no tiene una política amigable con arrieros, deportistas y lugareños. Una vez más, seremos testigos, de ejecutarse esta iniciativa, cómo se atenta contra la vida sana, el legítimo derecho a disfrutar espacios libres de contaminación y del patrimonio ambiental.
No estamos dispuestos a guardar silencio sobre este tema, pues el daño al medioambiente es irreversible. La manipulación de cursos de aguas afectaría a diferentes ecosistemas particulares que existen, dañando su flora y fauna. El río Volcán y Colorado reducirían su caudal en un 40% como promedio, el río Maipo en un 25%. Un ejemplo de intervención es el cajón del río Olivares que vio reducido su caudal y hoy es un peladero similar a un desierto. La fauna también está en peligro al punto de lapidar todos los intentos realizados por conservar especies con mínima población como el cóndor, puma, zorro chilla o las vizcachas.
Otro antecedente no menor y tal como lo ha manifestado la Federación de Andinismo de Chile, este proyecto atenta contra la accesibilidad de las montañas en una zona que concentra el 80% de las actividades de montañismo que se realizan en el país.
Es necesario, de una vez por todas que se respete la garantía constitucional consagrada en el artículo 19 Nº 8, la que está también amparada por el artículo 20 inciso 2º C.P.R., cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada. Y es en este punto donde surge el rol fiscalizador de la CONAMA (Comisión Nacional del Medioambiente), órgano encargado del sistema de evaluación de impacto ambiental (SEIA).
La CONAMA no es un organismo independiente ni autónomo, sino que su carácter es más bien político que de amparo a intereses medioambientales. Esta condición es preocupante, al igual que la ineficiencia de sus actuaciones y resoluciones. Agreguemos que el gobierno está interesado en que el proyecto Alto Maipo salga adelante a toda costa y la CONAMA, entonces, sólo serviría de buzón de intereses económicos. Así de grave.
No nos oponemos al desarrollo, pero éste tiene que ser responsable con los perjuicios que cause. Hay que entender que la modernidad debe ser sustentable y no un buen negocio para algunos pocos.
Por: Cristian Mamani Abett de la Torre, estudiante de Derecho de la Universidad Central y miembro Club Andino UCEN, y Sergio Miranda Caiseo, alumno
de Psicología de la Universidad Central y presidente Club Andino UCEN.
Santiago de Chile, 8 de agosto 2007
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