En un comunicado de prensa, las organizaciones señalan que se ha trasformado en una constante que muchas organizaciones ciudadanas: sindicales, sociales, gremiales y políticas, manifiesten su interés, cuando no: su esperanza en ser recibidos por la Presidenta y plantear allí sus demandas con el objetivo de que éstas sean resueltas o al menos tomadas en cuenta.
Tal parece que el gobierno regional, no es considerado eficiente a la hora de encontrar una solución que se ajuste a las expectativas de cada sector, apreciación que va más allá de culpar centralismo, pues existe la percepción de que nuestras autoridades, elegidas o designadas, no se esmeran en sus funciones, y no influyen a la hora de tomar decisiones importantes para la región, apunta el comunicado.
Para ellos, sostienen que demás está decir que todo lo que se interesa plantear a la mandataria, ya ha sido tratado en instancias regionales, muchas de ellas con movilizaciones. Entonces si se insiste en acudir a la Presidenta, la señal es que aquí no se resuelve, se sigue postergando una solución efectiva y menos burocrática.
Claro que una visita de la Presidenta puede servir para impulsar una demanda o un petitorio, siempre que éste se encuentre en curso, para darle peso a lo que ya se gestiona entre las principales estructuras regionales y las nacionales. La realidad, sin embargo nos da otra lectura: aquí se desestiman las denuncias, y las propuestas se minimizan, existe el discurso plano de que las instituciones funcionan, y una excesiva autocomplacencia en la labor confiada.
Según las entidades, la falta de autocrítica impide un verdadero diálogo, no da paso a un Gobierno Inclusivo, y continúa conspirando contra la gobernabilidad y estabilidad de un sistema que comienza a impacientar a los no escuchados.
Los problemas de Magallanes, aquellos por los que la ciudadanía se moviliza, que dicen relación con los bajos salarios y pensiones, la conectividad, la construcción de viviendas, las deudas de los microempresarios, solo se verán resueltos cuando entre todos definamos el Magallanes que queremos, y cuando la relación Estado-Trabajadores sea directa, solidaria y sin intermediarios, indica el comunicado.
Por último, la nota de prensa señala que cuando el pueblo no se siente representado y comienza a reaccionar de diversas maneras, se hace más que nunca necesario abrir espacios reales de participación, no es otro el Norte de quienes luchan por el cambio en el Sistema Electoral Binominal, por un Congreso que represente a todos en la construcción de un Chile justo, soberano, solidario y democrático.
Entre los firmantes se encuentran, el Partido Comunista, organizaciones de trabajadores, profesores, estudiantiles e intelectuales.
Santiago de Chile, 10 de agosto 2007
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