El mandatario declaró que el problema jurídico por la delimitación marítima con Chile no puede afectar ni dañar las relaciones bilaterales, ni debe propiciar enemistados, adjetivos o actitudes belicistas.
Defendió al mismo tiempo la publicación, el domingo último, de la cartografía marítima peruana, que refleja el punto de vista de Lima en el litigio, lo cual motivó disgusto en el gobierno de Santiago.
El material publicado constituye la interpretación de Perú sobre un teme en el que Chile tiene un punto de vista totalmente distinto, y corresponde a la ley definitoria del tema y a la soberanía peruana.
García dijo confiar en que el diferendo será zanjado en la Corte Internacional de La Haya, en un marco estrictamente jurídico, y recordó que anunció con antelación la decisión de acudir a esa instancia jurídica internacional.
La posición gubernamental es apoyada por todas las fuerzas políticas y el opositor Partido Nacionalista (PNP) pidió al gobierno un diálogo multipartidario para consolidar una política de Estado en la materia.
El ex canciller Eduardo Ferrero y otros analistas coincidieron en considerar excesiva y eventualmente inesperada la reacción de Chile, que rechazó la publicación, llamó en consulta a su embajador y advirtió que las relaciones bilaterales pueden verse afectadas.
En opinión de Ferrero, la advertencia no es coherente con la posición previa de Santiago, que concordaba con Lima en mantener el diferendo al margen del desarrollo de las relaciones en otros campos, sobre todo el económico, ampliamente favorable a Chile.
El canciller, José García Belaúnde, dijo anoche que ambos países deben mantenber abiertos los canales de diálogo y trató de restar importancia al llamado en consulta al embajador chileno aquí, Cristian Barros.
Lima, 14 de agosto 2007
Prensa Latina , 0, 63, 11