Sin duda que la semana política estará marcada tanto por las consecuencias que ya tiene el informe final de la Contraloría en que se objeta el traspaso de 80 millones de dólares al colapsado Transantiago, como por la amplia convocatoria de la CUT a una movilización nacional para este miércoles en que se pide, precisamente, lo que de una u otra forma deberá debatir inicialmente ese mismo día el flamante Consejo Asesor para la Equidad inaugurado solemnemente por la Presidenta Bachelet hace menos de una semana.
Respecto a los recursos discrecionales de Metro SA, para en su momento no detener la deficiente operatividad del Transantiago, hemos de recordar que Crónica Digital publicó lo que hoy la Contraloría General de la República dictamina: que esos recursos estaban fuera de objeto social, tal como lo denunció en el mes mayo el ex Presidente de Metro SA, Blas Tomic. Más aún, la correcta y ética actitud del alto ejecutivo se puso en duda por los mismos que hoy defienden algo no sólo insostenible sino incorrecto en la forma y en el fondo.
Cuando se utilizan fondos públicos de la magnitud de los usados para sostener el irritante Transantiago que suma cada día más desconfianza y deficiencias, es evidente que se deben buscar las responsabilidades políticas, ya que es el dinero de todos los chilenos el que está en juego.
Por eso hoy no son pocos los que deberían excusarse públicamente ante la actitud éticamente correcta de Tomic, que fue a La Moneda misma para advertir la irregularidad.
Lo mismo debería hacerse con el único Senador que se opuso a entregar más fondos públicos a este saco sin fondo en que se ha transformado la odisea Transantiago.
Entendiendo que los ministros son también políticos y no meros técnicos, fue la propia Presidenta que hace unos días de nuevo en el encuentro de Cerro Castillo pidió más cohesión y confianza a su equipo ministerial para avanzar en las urgentes tareas que el país reclama y espera.
¿Pero ante estos hechos, donde queda la confianza ante la ciudadanía? Sin duda que de nuevo choca el espíritu que desde el principio trata de imponer la Mandataria de un gobierno ciudadano, con los continuos desaciertos y ortodoxia de algunos ministros que no quieren ver ni asumir sus responsabilidades políticas.
Razón tiene Michelle Bachelet cuando ayer dijo; Ya va siendo hora de que todos entiendan que con la pura crítica, el puro conflicto, el puro egoísmo de personas y grupos, nada grande se puede crear». Pero, a reglón seguido se debe hacer un esfuerzo mayor por eliminar o disminuir las tensiones que se han anidado al interior del Gabinete ministerial, ya que no puede ser que ante cada problema social o propuesta económica relevante para Chile, sea sólo la postura del Ministro de Hacienda la que, finalmente, prevalece. Lo que el país requiere para avanzar no es más ortodoxia económica, sino más justicia social y equidad.
LA CUT Y SU POSESIONAMIENTO
La Jornada de Movilización Nacional convocada para este miércoles por la CUT, es la primera que se realiza durante el gobierno de Bachelet, y la segunda durante los gobiernos de la Concertación. La primera fue durante el gobierno de Lagos.
Un aspecto no menor, que al llamado a protesta de la CUT se han sumado los trabajadores públicos y privados, pero también, los colegios profesionales como es el caso del Colegio Medico y de los profesionales no médicos. La indignación sobrepasó al mundo organizado y las protestas instantáneas, demuestran el descontento de los chilenos en contra de las políticas económicas aplicadas por el gobierno. Las manifestaciones del sábado pasado así lo demuestran.
Este 29 de agosto, podría marcar un antes y un después para la CUT y su relación con el gobierno. En primer lugar, si se logra el éxito por parte de los trabajadores, posesiona a la multisindical como un negociador válido frente al gobierno, y este último, se verá obligado a realizar los cambios necesarios en su gabinete para enfrentar las exigencias de las organizaciones de trabajadores.
Septiembre debería ser el mes de muchos que no sigan en el gobierno.
Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, alertó este fin de semana que si el gobierno no cambia su política laboral «Chile va hacia un estallido social ( ) Los trabajadores queremos darle una salida a esta situación antes de que estalle, señaló el dirigente sindical.
Desde el jueves, La Moneda tiene la palabra y deberá actuar rápido en base a las propuestas de la CUT, ya que la Concertación deberá enfrentar el próximo año las elecciones municipales y podría perder pan y pedazo.
Ya lo dijo Martínez, Esta jornada es el primer aviso. Si después de esta jornada no hay voluntad de resolver vendrá la huelga general. Lo hemos dicho, esto lo venimos trabajando hace rato y así va a ser si en el país no se resuelven los problemas de la gente».
Por Iván Gutiérrez Lozano
Santiago de Chile, 27 de agosto 2007
Crónica Digital , 0, 342, 3