El ministro secretario general de Gobierno, Ricardo Lagos, garantizó que La Moneda toma las medidas necesarias para que el miércoles 29 sea un día «normal» y llamó a los dirigentes sindicales a hacerse responsables de las eventuales consecuencias.
«Junto con convocar a estas manifestaciones, hay que hacerse cargo y responsables de lo que ocurra. Esperamos que los dirigentes que llaman a la movilización asuman su responsabilidad», afirmó.
El viernes pasado, en reunión con un grupo de corresponsales extranjeros, Arturo Martínez, presidente de la CUT, adelantó que «no puede haber paz social violando los derechos de los trabajadores» y responsabilizó anticipadamente al gobierno de cualquier desorden.
Subrayó que todavía no se llamó a una huelga general, sólo a la movilización y a la acción sindical, que implican diversas acciones lo largo del país, según las características de los trabajadores de cada lugar.
Martínez señaló el deterioro del nivel de vida de la mayoría de los chilenos, puesto que «el modelo neoliberal ha sido muy salvaje», dijo y agregó, por otro lado, que nunca antes hubo en Chile tanta concentración de la riqueza.
El modelo violenta a la gente, que hoy siente rabia e indignación -precisó- y que va a expresarlo el próximo día 29.
Aseguró que la CUT convocó a una manifestación pacífica y tranquila, pero alertó que si el gobierno no cambia su política laboral «Chile va hacia un estallido social».
Los trabajadores queremos darle una salida a esta situación antes de que estalle, puntualizó.
Esto se arregla o va a haber un conflicto más grande, insistió Martínez, al indicar que las distintas secciones sindicales, según sus características, desarrollarán asambleas y reuniones, pero sobre todo habrá marchas y manifestaciones en todas las ciudades de Chile.
Santiago de Chile, 27 de agosto 2007
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