Jordan, máximo responsable del centro de interrogatorios de la prisión, incumplió la orden de guardar silencio sobre los maltratos a los reclusos, pues mencionó el asunto en dos cartas enviadas a un colega.
El militar enfrentaba cargos por complicidad e incumplimiento del deber, a más de tres años de publicadas las fotos en las cuales sus subordinados posaban con presos apilados, hostigados por perros o en posiciones impúdicas.
Varios de los soldados implicados en el caso cumplen condenas que van desde horas de trabajo social a 10 años de cárcel, la mayor de ellas impuesta al cabo Charles Graner en enero de 2005 por malos tratos, golpizas, negligencia y actos indecentes.
Washington, 28 agoSTO 2007
Prensa Latina , 0, 38, 2