La mandataria, que hizo lo mismo en la puerta lateral de Morandé 80, por donde fue sacado el cadáver de Allende en 1973, estuvo acompañada por Carmen Paz Allende, hermana del líder socialista chileno, y una de sus nietas, Marcia Tambuti.
Bachelet planteó que «hace 34 años en nuestra patria hubo trágicos sucesos que terminaron con la democracia y además con la vida de muchos compatriotas».
Hoy día, el mejor homenaje que podemos hacerle a todos aquellos que perdieron la vida luchando por la democracia y por la patria es construir una sociedad, un país, que garantice oportunidades, que les de derechos, así como deberes, propios de la democracia, agregó.
Bachelet dijo que la intención es que «nunca jamás, nadie tenga que pasar por lo que hemos pasado, por eso hacemos un homenaje para que ese nunca jamás sea una realidad».
Posteriormente, asistió, en uno de los patios de la sede de Gobierno, a una ceremonia religiosa ecuménica en memoria de Allende y sus colaboradores, en la que participaron numerosos invitados de distintas fuerzas políticas y sociales.
Mientras tanto, afuera del Palacio Presidencial, los primeros en rendir homenaje en este «primer 11 de septiembre sin Pinochet» fueron familiares de escoltas de Allende, que fueron asesinados y desaparecidos en La Moneda por miembros de las fuerzas armadas.
Luego, unos veinte ex integrantes del Grupo de Amigos del Presidente (GAP), sobrevivientes del dispositivo de seguridad de Allende, colocaron una ofrenda floral en la puerta lateral del palacio (Morandé 80).
Uno de ellos recordó la valentía de Allende, así como la gesta de sus compañeros que cayeron en la defensa de La Moneda o que fueron asesinados y desaparecidos tras esa batalla. Dijeron que su lucha continúa ahora por la verdad y la justicia.
Las visitas a ese lugar emblemático del palacio y, a unos metros de distancia, al monumento a Allende, en la Plaza de la Constitución, fueron programadas de manera escalonada para una docena de grupos reducidos, en previsión de posibles incidentes de violencia.
El domingo pasado, miles de manifestantes rindieron homenaje a Allende con una masiva marcha que no pudo llegar a Morandé 80 debido a un formidable despliegue policial.
Dirigentes de varias organizaciones populares, como el Partido Comunista, denunciaron los excesos de la represión y hoy colocaron ofrendas de homenaje a Allende, pero desistieron de participar en la ceremonia oficial.
De hecho, el palacio gubernamental amaneció hoy rodeado de cercas metálicas de contención y el despliegue de Carabineros a pie y a caballo, así como de carros lanza agua y lanza gases.
Santiago de Chile, 11 de septiembre 2007
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