Hoy, planteó, hay un lugar de encuentro, uno de los pocos encuentros de artistas que hay.
La edición 14 del Festival de Valdivia, ciudad a 800 kilómetros al sur de esta capital, fue inaugurada la víspera por la ministra de Cultura, Paulina Urrutia, quien dijo que el evento constituye un «puente de inserción y diálogo con otras cinematografías».
«Estamos viviendo un gran momento no sólo de producción, sino que de visión de desarrollo de esta industria, que no sólo está preocupada de producir, sino que también de difundir, de ampliar los mercados y el público», manifestó.
Inaugurado con la proyección del cortometraje brasileño «Nacente», de Helvésio Marius, la programación comenzó con el documental chileno «Calle Santa Fe», de Carmen Castillo, sobre el revolucionario Miguel Enríquez, muerto hace 33 años por la dictadura de Augusto Pinochet.
Homenajeado junto al cineasta Claudio Sapiaín, Di Girólamo agradeció el premio y dijo que él es sólo uno de tantos que durante un tiempo muy difícil para Chile, mantuvieron vivo la posibilidad de lo audiovisual.
«Lo que más me interesa es que cosas que se hicieron de forma casi clandestina, salgan a la luz», agregó.
Valdivia, 6 de octubre 2007
Crónica Digital/PL
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