Navarro entregó estas declaraciones al saber las intenciones de la Democracia Cristiana «de que el gobierno de Chile lidere inauditas manifestaciones contra Cuba y Venezuela, siempre hablando mucho de elecciones, como si sólo la existencia de elecciones aseguraran la democracia, pero nunca hablando del criminal bloqueo norteamericano a Cuba».
El parlamentario socialista señaló que «lamentablemente la DC insiste en cometer el error de introducir la política exterior en el debate interno, especialmente en la Concertación, cuando frente a todos los temas a que se aluden nuestro país ya ha fijado posición hace bastante rato. Este empecinamiento en generar este tipo de conflictos en el tiempo me hace recordar la crítica que se hacía al PC en épocas pasadas respecto a que andaban con paraguas cuando estaba lloviendo en Moscú, claro que en este caso la lluvia esta en otras partes».
Navarro indicó que «además, como siempre en este tema, para tratar de justificar su injustificable posición la DC recurre al viejo método de contar sólo una parte de la historia, descontextualizándola, porque al igual que en un antiguo informe que hizo Gutenberg en la Cámara de Diputados, no dicen una palabra sobre el criminal bloqueo que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace casi más de cuatro décadas y que tiene como objetivo tratar de someter al pueblo cubano, a sus mujeres, adultos mayores y niños, por hambre y enfermedad y que les ha generado pérdidas por más de 90 mil millones de dólares».
«Por cierto -agregó- nada dicen tampoco Silva, Walker y Jocelyn-Holt sobre la ocupación de Guantánamo por parte de los norteamericanos, y menos sobre el uso de cárcel ilegal que éstos le dan, violando todos los derechos humanos que dicen defender. A estas alturas a la DC chilena parece más importarle que exista el tipo de elecciones que ellos quieren en Cuba más que defender los derechos de los prisioneros en Guantánamo, o que se viole el principio de soberanía territorial. Menos aún se acuerdan de que en la carta de derechos humanos, uno de los principios consagrados es el de la autodeterminación de los pueblos».
El legislador enfatizó que en esta lógica de incendiar la Cumbre, la DC también está haciendo oídos sordos no sólo a los cubanos y quienes somos sus amigos, sino que a la propia Asamblea General de la ONU que hace pocos días atrás, por 184 votos a favor, sólo cuatro en contra (EEUU, Israel, Islas Marshall y Palau) y la abstención de Micronesia, reiteró la condena que viene sistemáticamente haciendo, de manera anual, contra el bloqueo norteamericano, sin que ese país se de por aludido, mostrando una vez más su desprecio por la ONU».
Navarro dijo que «en Cuba el Estado no tortura ni asesina a nadie, a diferencia de lo que ocurrió en Chile durante el régimen que defendieron y defienden algunos de aquellos que hoy pretenden erguirse como defensores de la democracia. Lamento que en estos temas, sus compromisos internacionales obliguen a la DC a aliarse con la derecha golpista que hizo del terrorismo de Estado una práctica habitual, como lo comprobó en carne propia Bernardo Leighton y otros destacados dirigentes de ese partido».
«Además -añadió- en el tema de los derechos humanos debemos ser especialmente cuidadosos, porque justo cuando queremos que Chile integre el consejo de DDHH de la ONU, será ese mismo organismo el que designará un relator para hacer un informe sobre la situación de los derechos de los pueblos indígenas en nuestro país, debido a las múltiples denuncias que se han formulado. Sin embargo, en este mismo momento Cuba no tiene ningún relator para derechos humanos».
Finalmente el legislador del PS sostuvo que «ojalá que el sello progresista que tuvo el reciente congreso ideológico de la DC se manifestara también en estas materias, para que ese partido también sea parte del proceso de acercamiento entre los pueblos y gobiernos latinoamericanos, y no se termine siendo un obstáculo, por el sólo hecho de no tener presencia en los ejecutivos de la región. Ya es tiempo de que la DC mire más cabía el continente en que vivimos y no mire tanto para Europa y para el norte».
Santiago de Chile, 4 de noviembre 2007
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