En esa dirección destacan el fortalecimiento de la Alternativa Bolivariana para las Americas (ALBA), el posible retorno a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el proceso de ingreso al Mercado Común del Sur (MERCOSUR), además de la iniciativa del acuerdo PETROCARIBE.
Unido a ello, Caracas impulsa alianzas de carácter estratégico con países como Rusia, China, Irán, Argelia y Bielorrusia, con escenarios de colaboración que abarcan prácticamente las esferas de la economía, social, comercio, tecnología y militar bajo la premisa de un mundo pluripolar.
Especial relevancia tiene en ese marco la activación del Fondo Estratégico Venezuela-China con recursos por seis mil millones de dólares, de ellos cuatro mil millones aportados por el gigante asiático.
Entre las iniciativas que se beneficiarán con el financiamiento están aquellas vinculadas a la industria energética, pues la Compañía Nacional China de Petróleo (CNPC) participa en las operaciones de la Faja del Orinoco, específicamente en uno de los bloques del campo Junín.
En esa propia área, ambos países trabajan en la construcción de tanqueros para el traslado de crudo e instalaciones destinadas a la refinación de petróleo venezolano en territorio chino.
Los negocios se extienden a la creación de facilidades para la fabricación de teléfonos móviles en Venezuela de conjunto con la compañía china Huawei en una planta que debe comenzar a operar el próximo año.
Ordenadores personales, telecomunicaciones y ferrocarriles están además en la mira de los negocios entre los dos países, con iniciativas importantes como es el satélite Simón Bolívar que se construye en China por encargo venezolano.
Mientras, con Bielorrusia se adelanta la creación de empresas mixtas como parte de las dos decenas de acuerdos ya suscritos por ambas naciones en diversas esferas de la economía.
En ese sentido, la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) ultima detalles con vistas a la ejecución de tres de esos proyectos, los cuales estarán localizados en los estados Apure y Bolívar.
La propuesta consiste en la instalación de plantas que se dedicarán al ensamblaje de camiones para la minería, tractores y vehículos de carga de uso diverso.
Unido a ello, la cuarta reunión de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel entre Venezuela y Rusia, efectuada recientemente, dejó como saldo 11 acuerdos de negocios entre empresarios privados de ambos países por un valor cercano a los cinco mil millones de dólares.
Esa cifra podría incrementarse a corto plazo, indicó el vicepresidente de Venezuela, Jorge Rodríguez, pues están en proceso de discusión posibles operaciones comerciales en actividades como la construcción de maquinaria pesada, ferrocarriles e industria aeronáutica.
A los anteriores se sumaron siete convenios que involucran a entidades estatales de las dos naciones, las cuales acumulan ya varias decenas de proyectos en ejecución, entre ellos los correspondientes al área militar.
Venezuela concretó la adquisición de 100 mil fusiles Kalashnikov y en fecha próxima comenzará la construcción en el país de una planta dedicada a la fabricación de ese armamento y municiones para los mismos, además de 24 aviones del tipo Sukhoi-30 MK2, de los cuales 12 ya están operativos.
En las acciones de última hora está la rúbrica de nueve instrumentos de cooperación con Argelia, importante miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), lo cual refleja que la atención de Venezuela también apunta al continente africano.
Mención especial para el caso de Irán, donde la existencia de 170 convenios concertados entre las dos naciones constituye una señal evidente de las coincidencias de intereses existentes.
Los acuerdos alcanzan de conjunto una suma cercana a los 10 mil millones de dólares y sus resultados ya se aprecian en el país con la activación de la producción de tractores, vehículos ligeros y alimentos varios.
La cooperación se extiende a las áreas energética, comercial, ciencia y tecnología, financiera y económica, incluyendo empresas conjuntas en la Faja del Orinoco (petróleo) y el Golfo de Venezuela (gas).
Como elemento común estó la presencia de negocios en el área energética, favorecidos por el potencial petrolero de Venezuela que cuenta con reservas probadas de crudo en torno a los 100 mil millones de barriles.
De esa forma, la política de cooperación internacional de Venezuela refleja una mayor diversificación de los escenarios con nuevos socios que aportan al fortalecimiento de relaciones de beneficio mutuo, en una paulatina sustitución de aquellas posiciones donde Caracas figuraba como un simple exportador de materias primas, en especial el petróleo.
*El autor es Corresponsal de Prensa Latina en Venezuela.
Caracas, 5 de noviembre 2007
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