El ministro dijo que García tiene una agenda muy limitada, pues su estancia en la capital chilena será breve y sólo se entrevistará con Bachelet y con el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero.
Preguntado por la prensa sobre la demanda peruana a la Corte Internacional de La Haya, para solucionar un diferendo de límites marítimos con Chile, descartó que pueda estar lista este mes y dijo esperar que sea en diciembre.
Tras señalar que la demanda implica un trabajo muy cuidadoso, manifestó que ello implica tomarse el tiempo que sea necesario para no lamentar después alguna omisión.
García Belaúnde reiteró igualmente el reconocimiento de su gobierno a Chile, por el gesto positivo de devolver 3 mil 788 libros saqueados hace 126 años por las tropas chilenas que ocuparon Lima en la Guerra del Pacífico.
Reveló al mismo tiempo que la Embajada de Perú en Santiago protestó por la difusión por una televisora privada, de un reportaje negativo sobre los peruanos radicados alli, que alienta sentimientos xenófobos, según dijo.
Lima, 6 de noviembre 2007
Prensa Latina , 0, 32, 11
Relacionado
Mar Nov 6 , 2007
El planteamiento fue hecho por el ex director de la Biblioteca Nacional de Perú, Sinesio López, y el historiador Miguel de Althaus, quienes incluso sugirieron fórmulas para lograr la devolución total. Ambos coincidieron en que los invasores, que convirtieron en establo los salones de la biblioteca, saquearon unos 50 mil libros, buena parte de los cuales están todavía en Chile, presumiblemente en manos privadas a las que fueron vendidos por soldados que los hurtaron individualmente. López, quien planteó como director de la biblioteca el primer pedido de devolución de los libros, propuso que los organismos culturales de los dos países formen una comisión conjunta que investigue el paradero de los volúmenes faltantes. Indicó que inicialmente las autoridades del vecino país negaron la posesión de los textos, pero posteriormente los ubicaron y devolvieron los que tienen sello (cuño) identificatorio y estaban en bibliotecas estatales. Ahora tenemos que ver la versión peruana, los inventarios que hay aquí y cruzar información para investigar dónde están los que faltan y recuperarlos, dijo, al señalar que esa labor debe hacerla una comisión conjunta. Althaus coincidió con López en elogiar el gesto chileno y dijo suponer que que los volúmenes faltantes, en manos de coleccionistas privados y sugirió que las empresas chilenas radicadas en Perú formen un fondo para comprarlos y enviarlos a Lima. El canciller, José García Belaúnde, quien hoy encabezó la ceremonia de entrega de los libros a la Biblioteca Nacional, declinó comentar las sugerencias de los citados intelectuales y reiteró el reconocimiento oficial por la devolución, como un aporte a la agenda positiva bilateral. López anotó que no todos los libros saqueados fueron llevados a Chile, pues una parte fue vendida aquí, para su uso como envoltorio, a comerciantes italianos, que los guardaron y devolvieron tras el retiro de los invasores. Según López, está pendiente también la restitución de los libros saqueados de otras bibliotecas limeñas, así como obras de arte y otros bienes culturales y científicos que las tropas chilenas se llevaron como botín de guerra. Más duro, el comentarista César Hildebrandt afirmó que «Chile seguirá siendo un país de ladrones mientras no nos devuelva, de verdad, lo que se llevó. Porque sólo para los delincuentes, en general, y para los nazis, en particular, los libros son botín de guerra.» Lima, 6 de noviembre 2007 Prensa Latina , 0, 45, 11