Era una nueva protesta de los habitantes de la región de Atacama, esta vez para llamar la atención de los accionistas de la transnacional minera Barrick Gold, que se reunían a fines de octubre, para que conocieran su rechazo al proyecto binacional Pascua Lama, que involucra a territorios de Chile y Argentina. El conflicto se arrastra desde hace años.
En 2000, la minera canadiense Barrick Gold, que en Chile opera a través de su filial Minera Nevada y en la Argentina con Explotaciones Mineras Argentina, presentó a la autoridad chilena el estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) exigido para autorizar o no el inicio de operaciones para extraer oro, plata y cobre de una mina a rajo abierto en la cordillera de Los Andes, en el límite con Argentina. En Chile está a 150 Km al sur oriente de Vallenar, región de Atacama, y en la Argentina, 300 Km al norponiente de San Juan, en la provincia del mismo nombre. Los pequeños agricultores de la zona descubren que bajo la excavación minera hay tres glaciares que en Chile surten de agua a la región donde se encuentra el desierto más árido del mundo el de Atacama – , y en la Argentina, al río Las Taguas que riega tierras en la provincia de San Juan. Lo grave es que, según informa el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, además de ocultar la existencia de estos glaciares, la transnacional canadiense posteriormente propone trasladarlos, lo que no le ha dado buenos resultados en otros lugares del mundo, como Kyrgistan.
La autoridad ambiental chilena, ateniéndose a su Ley Bases Generales de Medio Ambiente de 1997, hizo máximas exigencias a Barrick Gold, porque además de intervenir los tres glaciares, la operación minera a cielo abierto amenaza con contaminar el entorno general de los campesino atacameños y diaguitas, por posibles accidentes en el traslado de sustancias tóxicas por los caminos del valle.
Mientras esperaba la respuesta, la minera realizó un riguroso trabajo de participación local con los lugareños, donde un equipo multidisciplinario visitó casa por casa la comuna de Alto del Carmen explicando en qué consistía el proyecto y qué beneficios les traería y luego promovió debates en asambleas comunales. El estudio de impacto ambiental se aprobó por resolución exenta el 25 de abril de 2001.
Pero entre tanto, la conciencia del peligro de una futura escasez de agua en el planeta había crecido en las conciencias de todos. Y los habitantes de la zona, alertados por científicos de ONG ambientalistas, se percataron de que su entorno sano y las reservas de agua de su región eran tesoros inevaluables.
Volvieron los reclamos y las protestas, en uno y otro lado de la cordillera. La autoridad ambiental chilena exigió un nuevo estudio de impacto ambiental, con modificaciones al proyecto inicial que cautelaran la vida de los habitantes de la zona y su actividad agrícola.
La empresa minera firmó un convenio con las organizaciones sociales y representantes del gobierno regional donde compensaba las molestias con 60 millones de dólares para obras comunitarias. El nuevo proyecto se aprobó en febrero de 2006 con varias condicionamientos, siendo uno de los más importantes que no se removerían ni intervendrían ninguno de los tres glaciares.
-La Barrick Gold es una empresa que incorpora la evaluación ambiental en todos sus proyecto dice Marina Hermosilla, ingeniera agrónoma que participó en el proyecto de difusión del Pascua Lama en la comuna de Alto del Carmen -. Tal vez su error fue que el diseño se hizo en Canadá, aunque con los informes que llevaron especialistas que vinieron a estudiar el proyecto en terreno.
Los detractores de Pascua Lama dicen que el proyecto saqueará 34 millones de litros de agua diariamente o 410 litros por segundo (Diario Libre, de San Juan, Argentina). Consultora en evaluaciones medioambientales, la señora Hermosilla dice que está muy bien defender el agua y el medio ambiente en general, pero que en la mayoría de los casos, los reclamos son más emocionales que fundamentadas. Afirma que sobre la base de los proyectos que ella conoció hasta el año 2005, los efectos sobre el agua dulce serán mínimos.
Asegura que no habrá contaminación de aguas puesto que la empresa se obliga a devolver el agua tal como la recibió mediante tratamientos y que la disponibilidad del agua para el uso de los pequeños agricultores, será prácticamente la misma porque incluso hoy en día, en que el proyecto aún no se pone en marcha, ellos usan menos de lo que les corresponde por los derechos de agua que poseen. Pero si el proyecto estuviera andando, dispondrían de la misma cantidad de agua que ahora señala – . No pasa del 1 % la cantidad menor de agua que bajará desde las nieves eternas por el uso que de ellas haga el proyecto.
El capítulo más reciente de esta saga es que las organizaciones sociales y cívicas de la región de Atacama, en combinación con OLCA, han entregado un petitorio a la Comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados chilena solicitando que se anulen ambas aprobaciones de la autoridad ambiental, tanto la de 2001 como la de 2006; el tratado chileno-argentino que permite explotar los recursos de la frontera; y piden impulsar una legislación que prohíba la minería química a cielo abierto, especialmente en zonas de glaciares de distinto tipo, zonas de acumulación de nieve, lagunas, nacientes de ríos y cabecera de cuencas, por amenazar la cantidad y calidad de aguas en tiempos de crisis hídrica a nivel mundial.
La petición se funda en que a su juicio, el actual proyecto de la minera no contempla los condicionamientos de que no puede haber remoción, traslado o destrucción o cualquiera intervención sobre ellos. Por eso fue que los campesinos diaguitas y atacameños llegaron a la capital con sus coloridos bailes a llamar la atención del mundo sobre el peligro que creen se cierne sobre sus hasta hace poco apacibles vidas.
tomado de www.alcnoticias.org
Santiago de Chile, 19 de noviembre 2007
Crónica Digital
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