En las elecciones generales del pasado 28 de octubre, Fernández logró un aplastante 42,29 por ciento de los votos, lo que le abrió el camino a la Casa Rosada (sede de gobierno).
A juzgar por el comportamiento en las urnas, esa resultó ser la justa de las mujeres, pues, según se informó, siete de cada 10 votantes favorecieron a una de ellas, en una lista de 14 candidatos presidenciales.
«Siento una doble responsabilidad, como presidenta y por el género», declaró Fernández en su comando de campaña tras los primeros datos oficiales que en la ocasión anunciaron su victoria.
Hizo un llamado a la unidad y convocó a todos los sectores a construir un país mejor.
La candidata del gubernamental Frente para la Victoria emplazó a los argentinos «al futuro, porque desde el 2003 hemos avanzado mucho, contra la pobreza, la desocupación, por eso quiero convocarlos a todos sin rencores, sin odios», agregó.
Determinado el escenario político de los venideros cuatro años, se abrió una etapa de decisiones para la próxima gestión y Fernández definió hace dos semanas quienes son los nombres que la acompañarán en el futuro gabinete.
Pese a que su predecesor y esposo, Néstor Kirchner, aclaró que no ocuparía ningún cargo en la próxima administración, se estima que tendrá un rol protagónico en la Casa Rosada y por su experiencia ejecutiva será una permanente fuente de consulta.
De acuerdo con Fernández, ella y su esposo han «funcionado siempre en la vida», una imagen que cuidaron durante la campaña, en la que el jefe de Estado saliente fue su mayor propagandista.
«Néstor es diferente a mí, siempre va hacia adelante, tiene otra manera de entender la vida y su devenir. Nos peleamos cuando no estamos de acuerdo en algo, como cualquier pareja. Pero después nos reconciliamos y no pasó nada. Y así seguiremos siempre», comentó.
Cristina, como algunos la llaman a secas y aún aparece en viejos carteles pegados en muros de Buenos Aires, atesora una relevante historia de militancia política que inició en la Juventud Peronista, durante la década del 70, en La Plata.
En ese periodo también se recibió de licenciada en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la universidad de esa ciudad.
En 1989 fue electa legisladora provincial en la Cámara de Diputados de Santa Cruz y reelecta en 1993.
Seis años más tarde da el salto al Senado Nacional representando a Santa Cruz y en 1997 ingresa a la Cámara de Diputados. En 2001 es otra vez electa senadora, siempre por la misma provincia.
En las elecciones legislativas del 23 de octubre de 2005 fue elegida senadora, pero en esta ocasión por la provincia de Buenos Aires, representando al Frente, una escisión del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista).
Derrotó por una diferencia de 26 puntos a Hilda González de Duhalde, esposa del ex presidente Eduardo Duhalde.
Así se convirtió en la artífice del éxito del oficialismo en esa consulta, que aglutinó cerca del 40 por ciento de los sufragios y sepultó el 22 con los que Kirchner llegó a la presidencia, en mayo de 2003.
«Nosotras las mujeres tenemos una presencia fuerte, que se está notando en todos los campos: en la política, en la ciencia y en la economía, en todo el mundo. El siglo XXI es el siglo de las mujeres», sentenció Fernández recientemente.
Buenos Aires, 8 de diciembre 2007
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