ACADÉMICO ARGENTINO SOSTIENE QUE:“LOS TRABAJADORES SABEN QUE ESTÁN SIENDO EXPLOTADOS. MARX OFRECE CONCIENCIA Y PRECISIÓN AL RESPECTO”

El académico, investigador, luchador social, que ha impartido clases en la Universidad de Buenos Aires, Lomas de Zamora, del Salvador, de Ciencias Empresariales y Sociales y hoy dicta cátedras y estudia inagotablemente en la Universidad Nacional de Luján, espera en una esquina de la Ciudad de Buenos Aires al periodista que efectúa la presente entrevista, y ya en su departamento austero donde suena el Bolero de Ravel de fondo, sirve café mientras la grabadora se apronta a su labor.

Fernando Hugo Azcurra también se aplicó en lógica y filosofía con el filósofo argentino Raúl Sciarreta, culminando su formación en la escuela de Galvano della Volpe y Mario Rossi. Ha publicado, entre muchos textos, ‘Democracia y proceso socialista en Argentina’ (1985); ‘Fundamentos de Macroeconomía’ (2003); y ‘Capital y Excedente’ junto a Alejandro Fiorito el 2005. Su trabajo del 2011 es “Plusvalor y Excedente”

Después de las dos cucharadas de azúcar estalla la primera pregunta.

¿Por qué el economista Piero Sraffa se ha convertido en una verdadera obsesión para un marxista confeso, luchador social de toda la vida y académico universitario?

“Piero Sraffa siempre ha sido una figura de gran dimensión, pero no de gran difusión, para la teoría económica. Es un desconocido aun para muchos profesionales de la economía, y mucho más todavía para el marxismo y los marxistas. Sé de la importancia de lo que hizo Sraffa desde  hace 40 años. Como su producción estuvo entre bambalinas y no aparecía en los conflictos sociales ni académicos, nunca significó una incitación personal para trabajar sobre él. Lo que siempre primó en esa época, y aún prima, es el debate con la ortodoxia –el marginalismo, la vulgaridad neoclásica- que es una cuestión más inmediata, no sólo  un asunto académico, sino que político, pero ahora el sraffianismo ha tomado vuelo en ambos sentidos.”

-¿En qué pie queda la discusión con Sraffa luego de la implosión del campo socialista?

“En general, se produjo una estampida desde las filas políticas y teóricas del marxismo hacia otras posiciones filosóficas, económicas, políticas y hasta personales. Sraffa y el sraffianismo están poblados de “ex – marxistas”.

-¿Qué nombres paradigmáticos refrendan ese fenómeno?

“En filosofía, por ejemplo, tenemos a tres grandes en su tiempo, como  Louis Althusser –quien terminó como un antimarxista furioso- , Lucio Colletti, y también Roger Garaudy del P.C. francés (se convirtió a la religión musulmana). Luego en materia económica son muchos. Está Pierangelo Garegnani, quien se formó prácticamente con Sraffa en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, siendo muy joven. Garegnani no sólo fue militante del Partido Comunista italiano, sino que además tuvo un cargo en la comisión económica de esa agrupación. Después tenemos a un conjunto de economistas menores que asumió las teorías de Sraffa. Por eso comienzo a dedicarme a contender con Piero Sraffa. No se trata de aspectos puramente teóricos y políticos episódicos. El asunto se planteó como que supuestamente Sraffa habría superado definitivamente las concepciones de Marx.”

SIN TEORÍA DEL VALOR

-¿Qué es lo que hace Piero Sraffa exactamente?

“Para su quehacer, el italiano prescinde de toda Teoría del Valor, tanto subjetiva como objetiva. Ello quiere decir que no parte del conflicto de clases sociales en el proceso de producción y en la ‘generación de excedente’ (plusvalor, en términos de Marx), sino que formula su análisis en el campo de los precios. Lo que habría en el capitalismo son números; incontables cantidades de intercambio de toda mercancía que se hacen a precios. Es decir, el proceso económico capitalista se presenta como precios, mercados, transacciones, oferta y demanda. He aquí el punto central de Sraffa: precios y distribución. No le importa si existe un valor tras los precios o cuál es el origen de la ganancia. Para él eso sería “metafísica”.

 -¿Por qué?   

“Porque por su concepción filosófica y epistemológica, él se dedica a realizar un esquema formal y deductivo de la economía. Sraffa se propuso una teoría que fuera más allá de la ortodoxia marginalista y de Marx. De hecho, el italiano sostiene que la economía política con Ricardo desvió su objetivo analítico al ocuparse de que todo valor está basado en el trabajo, en vez de ocuparse únicamente de los intercambios físicos. Cosa que hacen W. Petty, F. Quesnay, y el propio Ricardo en sus primeras etapas. Después Ricardo abandona ese enfoque por el valor basado en el trabajo, que es el enfoque que sigue Marx. Por ello Sraffa afirma que el último Ricardo es el causante de la desviación de la economía y que, por tanto, hay que retornar a Petty, Quesnay y al primer Ricardo. Ahí está la explicación del neo ricardianismo de Sraffa que deja a un lado la teoría del valor trabajo y que debería referirse más bien a Quesnay, habría que decir que se trata de un neoquesnaysianismo más bien.”

-¿Cuál es el objetivo teórico de Sraffa, entonces?

“No es, como dicen muchos sraffianos y marxistas, una vuelta a la economía clásica  y a Ricardo. No es tan sencillo. Primero, es una vuelta a la economía clásica burguesa y abandonar al Ricardo de la teoría valor trabajo. Luego hacer una teoría que permita un conocimiento estricto de la economía y a su vez una reconstrucción de su historia. Así pues, contrario a lo que se sostiene, Sraffa tenía una intención profunda y de muy largo alcance ligada a la reconstrucción teórica e histórica de la economía, basada en la categoría del excedente, dejando a un lado la teoría del plusvalor.”

COMO SI LA ECONOMÍA FUERA ‘PURA’

-¿Cuál es la diferencia entre excedente y plusvalor?

“El plusvalor también es un excedente en el análisis de Marx. Pero es el excedente específico que surge en las relaciones capitalistas de producción, y no puede desprenderse de su vínculo valor-precio. En cambio, Sraffa elimina el aspecto específico que adopta el excedente en el capitalismo, para situarlo genéricamente en todas las sociedades de clases de la historia humana. En el esclavismo hubo excedente, como en la Europa medieval y en las formas asiáticas de producción. Todas las clases sociales subordinadas de la historia han producido excedente. Como no puede ser de otro modo, no obstante hay referencia a la economía del capital en tanto el excedente para él se reparte entre salarios y ganancias”

-¿Y de qué sirve entonces  la teoría sraffiana para la aplicación concreta y específica de políticas económicas en un lugar y momento dado particular?

“Entre sus finalidades teóricas, el italiano deseaba que la economía se convirtiera en una ciencia estricta, con la misma rigurosidad metodológica y deductiva que la Física, la Química y cualquiera de las Ciencias Naturales.”

-¿Y de qué manera lo resolvió?

“Con las matemáticas. Esto no es una característica del pensamiento de Sraffa, en rigor, ya venía como práctica desde fines del siglo XIX y comienzos del XX, con Dimitriev, Bortkiewicz, W, Leontieff, Von Neuman. Sraffa continúa esta tradición aunque él siempre privilegió el razonamiento económico antes que el instrumental matemático, por ello siendo importante como herramienta no le dio un lugar central en su pensamiento. Desconfiaba que la economía terminara dominada por la matemática. El italiano partió de las categorías que se conocen en teoría económica como mercado, precio, ganancia, salario, excedente, y de ello construyó categorías supra históricas. Realizó una matematización de algunos problemas desde su ángulo teórico que Marx no había hecho, lo que hoy se utiliza por los sraffianos como el haber dado con el camino que lleva a la solución de la cuestión de la transformación de valores a precio expuesta en el libro tercero de El Capital.”

-¿Qué refiere la transformación de valores a precio?

“Los valores tienen que ver con la cantidad de trabajo social que toda mercancía tiene, pero que el capitalismo, al agregarle una tasa de ganancia, distorsiona  y las transformaciones se hacen a precios. Marx tenía que solucionar precisamente la relación entre el trabajo como base del valor, y el valor como base de los precios. La literatura económica, luego de muerto Marx y sobre todo en el siglo XX, cree haber detectado un error de carácter matemático ligado al problema de la transformación. Muchos economistas, hasta hoy, continúan ofreciendo respuestas para resolver el asunto lógico-matemático en Marx. Hay otras corrientes marxistas que señalan que no hay nada que transformar. Otros, también marxistas, dicen que sí hay que hacer frente al asunto. Ahora bien, sraffianos, en particular Garegnani afirma que trabajando sobre la base del excedente, sin teoría del valor, se demostraría que tal problema del valor en la sociedad capitalista no existe, y que, en consecuencia, no hay nada que solucionar.”

-¿Y qué efectos tiene en la teoría económica esa posición?

“Que sin la teoría del valor de Marx, lo que quedaría como no demostrado rigurosamente es la relación de explotación económica de los trabajadores. Es decir que Marx no habría demostrado científicamente la explotación del trabajo por el capital.”

-¿Qué ocurre en ese momento de reflexión?

“Los sraffianos parecen padecer de un vínculo culposo con Marx, porque señalan que ‘la teoría del valor se vino abajo, que no es necesaria para resolver las cuestiones económicas teóricas más relevantes ya que se solucionan de manera mucho más simple con Sraffa; pero los otros aspectos de la teoría de Marx, permanecen’. Ahora, jamás dicen cuáles son esos aspectos. Ellos estiman que la teoría del valor de Marx sólo tiene un valor instrumental, de medida. El mismo Sraffa no abrió la boca sobre esos otros aspectos.”

 -Y de acuerdo a tus investigaciones, ¿cuáles son los elementos que Sraffa y los sraffianos silencian de la teoría de Marx?

“Las aporías centrales que Sraffa calla, dejando entre paréntesis por un instante la teoría del valor, son el análisis de la mercancía, el origen del dinero, las crisis del capitalismo, la acumulación de capital, inversión, desocupación, teoría del interés. Pero no es justo referirse a lo que Sraffa no hizo, porque comparado con Marx, Keynes o Kalecki, podría decirse que es hasta pobre, pero hay que tener en cuenta lo que hizo y que en las cien páginas que contienen su obra principal produjo un impacto notable que sacudió la teoría económica toda tanto ortodoxa como  marxista”.

-¿Y la lucha de clases?

“Pasa que la teoría económica sraffiana como disciplina estricta ha sido depurada de los conflictos sociales. No se ocupa de cuestiones sociales, históricas, institucionales, culturales. Esta mirada divide el análisis económico  entre una teoría ‘pura’ y una ‘institucional’. La pura se ocupa únicamente de relaciones invariantes y constantes. En cambio la lucha de clases sería inmedible e impredecible porque corresponde al otro ámbito, el social o institucional. No habría economía política, sólo economía.”

A LO CONCRETO

-¿De qué manera impacta en la vida real de la gente la teoría sraffiana?

“Esas son elaboraciones posteriores. Sraffa no dijo nada al respecto. Nada sobre la demanda efectiva, sobre la política fiscal, la monetaria, ni sobre el Estado o los monopolios. Pero sus discípulos sí trabajan muy concienzudamente. Desarrollaron una teoría de la demanda efectiva mediante una combinación de Keynes, Kalecki y el propio Sraffa; una teoría del crecimiento, del súpermultiplicador. Yo alcanzo a ver que por primera vez, a lo largo de décadas, la teoría de Marx y el marxismo económico han sido puestos en un sitio donde hay que tomar posiciones. Como docente, investigador y luchador social, siempre he enarbolado la teoría de Marx como la más profunda, exigiendo a la teoría ortodoxa respuestas a que absolviera posiciones. Aquí, yo me siento al revés; como si el marxismo y Marx tienen ahora que absolver posiciones ante una teoría que –estando o no de acuerdo con ella- es muy seria.”

-¿Y para qué le sirve a las personas de a pie la teoría del valor de Marx?

“Le permite tomar conciencia en su relación de trabajo qué es lo que está dando y qué lo que está recibiendo. Es una teoría que no se desprende del proceso práctico real. Los trabajadores saben que están siendo explotados; lo sienten en sus pellejos. Marx viene a ofrecer una conciencia y precisión de ello.”

PLANTEOS SRAFFIANOS’

-¿Cómo se originó ‘Planteos Sraffianos’, considerando que ya habías publicado antes ‘Plusvalor y Excedente’ sobre la obra de Sraffa ‘Producción de mercancías por medio de mercancías’?

“Surgió a partir de un debate electrónico epistolar con el econometrista español Antonio Mora Plaza, quien expuso en una publicación que con Sraffa se habían establecido nuevos fundamentos para una nueva ciencia económica. Es un hombre admirable por su conocimiento matemático, no así en el manejo teórico, donde yo advierto ciertas falencias. Pero se trata de un intelectual culto, inteligente creativo y nada dogmático.”

-Eso suena más a pretexto…

“No lo sé. Lo que quiero es poner seriedad en el debate ya que son aspectos económicos relevantes y fundamentar que realmente hoy la discusión principal y la más fructífera es entre marxistas y sraffianos. Lo demás carece de valor.”

Por Andrés Figueroa
Santiago de Chile 30 de mayo 2012
Crónica Digital

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RESACA DE TALLER

Mié May 30 , 2012
El poema como una ruptura. Aquí llamamos poema a lo que se presenta como poema, es decir lo que considera como concreción de la poesía la convención, la institución literaria, los diferentes estratos culturales de una sociedad en sentido vertical (escolaridad, idiomas, nivel laboral profesional, práctica de la escritura, residencia urbana o rural) y en sentido horizontal(los diversos grupos humanos en su distinto habitat, forma social, cultura, adscripción, género y etnia). Huelga enumerar en toda su multiplicidad las características concretas del poema así validadas, así como señalar que en cada caso se le concede valor. Es decir que independientemente de la forma que asuma, siempre se le concederá valor, es decir puede ser bello, veraz, emocionante, estimulante, intrigante, motivante, etc. Ahora respecto a la ruptura. En la medida en que es representación, es decir que al ser captado o percibido su referencia a algo es una característica esencial e infaltable. Lo referido estaba antes y el poema se refiere ahora a eso, lo destaca o lo descubre, o simplemente llama la atención sobre ello. Incluso en el caso de que –teóricamente—apareciera el poema o en él una realidad inédita, al percibirla a través del poema y representada en él, se le otorgaría un carácter pre existente y previo. Pero para eso el poema tiene que auto instaurarse como una ruptura en el flujo de lo existente, como rompiendo la homogeneidad con su singularidad, de modo de atraer la atención y fijarnos en él, es decir en lo que representa. Es así que su máxima presencia se logra cuando se lo percibe como reflejo o representación de la realidad ‘real’ que manifiesta. Su momento de realización máxima es cuando se convierte en reflejo de otra cosa (lo real). Este esquema no se restringe a la percepción o conocimiento del poema o del arte cualquiera forma que adopten, sino de todo lo que se nos enfrenta y que vemos refiriendo a otra cosa que ese objeto. Esto ha sido objeto de mucha elaboración en diversas épocas. Adenda. Así se nos presenta una paradoja. Para notarse, el poema—y la así llamada obra de arte—tiene que ser de alguna manera un poco distorsionado, novedoso, atrayente, raro, etc.. Al notarse se ve instantáneamente como representación. La representación pide fidelidad con lo representado, aunque sea en forma implícita o materia de polémica. Entonces: el poema se nota gracias a su distorsión respecto a los otros objetos representativos de su serie. Pero esta distorsión apela a la fidelidad referencial en el eje de referencia, lo que implica su anulación. Es decir la distorsión aparece en el poema para auto anularse paralela e instantáneamente, en tanto lo no referencial. El segundo movimiento del lector/escucha/espectador es el reconocimiento de los elementos referenciados y de los elementos distorsionados en el poema. La realidad del poema es oximorónica, una pareja de elementos contradictorios. Por Jorge Etcheverry Santiago de Chile 30 de mayo 2012 Crónica Digital

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