Continúan los combates como parte de la ofensiva del régimen para recuperar Alepo, mientras la oposición pide armas para combatir al ejército y una reunión de Naciones Unidas. El canciller Sirio en tanto, se encuentra en Irán principal aliado del régimen de Bachar Al Assad.
Este domingo 29 de julio se cumple el segundo día de violentos combates en Alepo, segunda ciudad y capital económica de Siria. Varios barrios han sido bombardeados por el régimen, por lo que los rebeldes siguen atrincherados y reclaman armas para hacer frente a los tanques y a la aviación de Bashar al Asad.
Los combates más cruentos de esta contraofensiva se registraron por la mañana de este sábado 28 de julio en el barrio de Salahedin, y miles de habitantes buscaron refugio en los sectores de la ciudad al margen de los combates o en las aldeas controladas por la rebelión. Por la tarde las fuerzas del régimen iniciaron una breve tregua que terminó la mañana de este domingo cuando los bombardeos se reiniciaron en ese mismo punto. Los opositores, sin embargo, lograron contener el avance del ejército.
También hubo violentos combates en los barrios de Bab al Jadid, Zahraa y Arkuba, en las inmediaciones de la ciudad vieja de Alepo, que forma parte de la lista del patrimonio mundial de la Humanidad de la UNESCO.
El emisario para Siria Kofi Annan, se declaró inquieto por las informaciones sobre la «concentración de tropas y de armas pesadas en torno a Alepo», y pidió a los beligerantes que trabajen en una solución política del conflicto que afecta al país desde hace 16 meses.
Mientras en Irán, uno de los pocos aliados que quedan a Damasco, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, aseguró que los rebeldes serían «sin duda vencidos» por el ejército sirio y acusó a «Catar, Arabia Saudita, Turquía y los países extranjeros» de apoyar a los insurgentes entregándoles armas. La republica islámica por su parte advirtió esta semana que no toleraría un «cambio de régimen”.
El jefe del consejo militar insurgente de Alepo llamó a Occidente a instaurar una zona de exclusión aérea en el norte de Siria y acusó al régimen de preparar «una matanza» en esa ciudad. Mientras, el presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición, Abdel Basset Sayda, pidió a los países «hermanos» y «amigos» que armen a los miembros del ESL que combaten «con armas viejas».
Además, el CNS reclamó una reunión «urgente» del Consejo de Seguridad de la ONU para impedir las matanzas de civiles que según él se dispone a cometer el régimen en Alepo.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, más de 20.000 personas han muerto desde que comenzó la sublevación, entre ellas 14.000 civiles.
Santiago De Chile, Lunes 30 de julio 2012
Fuente Radio Francia Internacional
Crónica Digital