Estas palabras pretenden ser una señal de aliento a los cientos de miles de estudiantes que siguen entregando su esfuerzo y tiempo por lograr los cambios que la mayoría de las chilenas y chilenos queremos para nuestra educación.
Llegar hasta aquí ha sido un camino largo y duro. Varias generaciones debieron lu
Desafortunadamente, en los últimos meses, y a medida que se han clarificado las propuestas de los estudiantes, el actual gobierno ha reforzado su política de oídos sordos y ha optado por incrementar la represión. Rechazamos tajantemente la quema de buses urbanos o la destrucción de enseres públicos y privados a manos de unos pocos que se arrogan el derecho de usar las convocatorias de miles en enfrentamientos y daños sin destino ni utilidad alguna para las demandas del movimiento estudiantil y ciudadano. Con la misma energía condenamos la política de un gobierno que prefiere comprar material represivo de lujo en vez de dar respuesta a las cuestiones de fondo planteadas. Por lo mismo, resulta inaceptable que el gobierno haga de ella el flanco para eludir y descalificar a los estudiantes, y anular a una ciudadanía que comienza a movilizarse por sus derechos.
La sobreideologización con que esta administración enfrenta la crisis del modelo educativo chileno refuerza las causas profundas e históricas de la violencia en la sociedad chilena: la exclusión social y la cerrazón de la política. Mientras se profundiza la destrucción de la educación pública, por ejemplo, a través del ajuste tributario impulsado por el ejecutivo, se ampara sin más, las granjerías y negociados educacionales de unos pocos a costa del endeudamiento y los sueños de millones de chilenos y chilenas.
En ese marco, nos preocupa el avance de la llamada Ley Hinzpeter y la consiguiente criminalización de los movimientos sociales. Como señalan varios juristas, esta Ley no es compatible con una sociedad democrática. Ella deja en evidencia la incompetencia real de Carabineros para prevenir y evitar delitos sin restringir la libertad de expresión, persiguiendo hechos ya sancionados por la legislación actual. Llamamos a la ciudadanía a informarse y a rechazar rotundamente esta Ley, así como a exigir su rechazo por parte de los legisladores, so pena de ver reducidos, aún más, los marcos de una democracia ya bastante limitada por el poder del dinero y la indolencia de nuestros gobernantes.
El movimiento estudiantil secundario y universitario ha levantado propuestas claras en cuanto al fortalecimiento de la educación pública en todos sus niveles, el fin al lucro y la regulación de la iniciativa privada, como pilares indispensables y mínimos para avanzar hacia una refundación de nuestro sistema educacional. Hasta ahora, ante dichas demandas y propuestas, tanto los estudiantes como la ciudadanía, sólo han recibido como respuestas indiferencia y represión. Creemos que esa situación se hace cada vez más insostenible.
Como parte de las luchas estudiantiles de las últimas décadas, comprometemos nuestra voluntad de colaborar de manera permanente desde diferentes espacios a que el movimiento avance en fuerza y masividad para lograr el objetivo de hacer de la educación chilena un espacio que garantice igualdad social, genere ciudadanía y profundice la democracia.
Giorgio Boccardo, Presidente FECH 2006-2007
Álvaro Cabrera, Presidente FECH 1999-2000
Antonio Cavalla, Presidente FECH 1966-1967
Nicolás Grau, Presidente FECH 2005-2006
Federico Huneeus, Presidente FECH 2009-2010
Julio Lira, Presidente FECH 2002-2003
Felipe Melo, Presidente FECH 2004-2005
Iván Mlynarz, Presidente FECH 1998-1999, 2000-2001
Marisol Prado, Presidenta FECH 1997-1998
Julio Sarmiento, Presidente FECH 2010-2011
Pedro Ramírez. Presidente FECH 1965-1966
Rodrigo Roco, Presidente FECH 1995-1997
Jaime Zamorano, Presidente FECH 2008-2009
Santiago de Chile, 20 de Agosto 2012
Crónica Digital
En una carta que nadie debe dejar de leer,los expresidentes de la FECH,han expresado claramente el verdadero sentir de los estudiantes de todo Chile.
Sòlo lamento no se haya hecho una invitaciòn al gobierno de discutir los problemas del estudiantado en un canal de televisiòn abierta,en la cual los televidentes puedan sacar sus propias conclusiones y poder opinar quienes tienen la razòn.
El Presidente Sebastiàn Piñera,le tiene terror a las entrevistas, y peor serìa si tiene que debatir pùblicamente con los estudiantes los problemas que los han llevado hacer estas movilizaciones.
Desgraciadamente,hasta la fecha ningùn ministro de Educaciòn,ha sido capaz de solucionar el problema estudiantil.Y lo peor, es que rehuyen el diàlogo,dando asì la impresiòn de que este gobierno no està ni ahì,con solucionar el problema educacional de los estudiantes chilenos.