Serpientes y lagartos no solo usan veneno para aniquilar a su presa, algunos de los compuestos presentes en el mismo son empleados en su propio beneficio, hallazgo que puede conducir al desarrollo de nuevos medicamentos.
Investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Liverpool y la Universidad de Bangor, Gales, descubrieron que estos reptiles convierten las toxinas presentes en su veneno para usarlos en su organismo.
Para los investigadores este descubrimiento es sorprendente porque la naturaleza se ha encargado de hacer un trabajo que a los científicos cuesta realizar en laboratorio.
El veneno de las serpientes afecta los vasos sanguíneos y el corazón de las presas.
Principios activos presentes en sus toxinas son utilizados para producir medicamentos como los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) empleada en el tratamiento de cardiopatías.
Sin embargo, el principal reto de los científicos es superar los efectos tóxicos de esos productos.
La clave puede estar en las funciones específicas de las glándulas del veneno en el organismo de esos animales.
«Las glándulas de veneno de las serpientes parecen ser un crisol para la evolución de nuevas funciones de las moléculas, algunas de las cuales quedan retenidas en el veneno para matar a la presa. Pero otras se modifican para realizar nuevas funciones en otros tejidos del organismo», indicó el autor principal del estudio, Nicholas Casewell.
Los expertos realizaron este hallazgo al comparar los genomas de lagartos y serpientes para analizar como evolucionó el veneno en esos reptiles.
Londres, 1 de octubre 2012
Prensa Latina