La barrera de coral australiana perdió más de la mitad de sus corales en los últimos 27 años a causa de las fuertes tormentas y la presencia de una especie invasiva de estrella de mar, revelaron hoy científicos.
La tormentas son responsables del 48 por ciento de la destrucción del mayor arrecife coralino del mundo y estrella de mar llamada corona de espinas (Acanthaster planci) del otro 42 por ciento, indicaron expertos del Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS).
El blanqueo de los corales está generado por el estrés inducido por la expulsión o muerte de su Protozoo simbionte, Zooxanthellae, o la perdida de pigmentación del protozoo.
Los científicos señalan que es imposible combatir las tormentas, pero si se eliminaran las coronas de espinas aumentaría la tasa anual de recuperación de los corales en un 0,89 por ciento.
«No podemos parar las tormentas, pero quizás podemos detener a las coronas de espinas. Si lo podemos hacer, le daremos una mayor oportunidad a la Gran Barrera para que se adapte a los retos como el aumento de la temperatura de los mares y la acidificación de los océanos», señaló la AIMS en un comunicado.
La gran barrera coralina necesita entre 10 y 20 años para recuperarse, pero si la tendencia actual se mantiene perderá la mitad de su biodiversidad para el 2022.
Situada frente a la costa de Queensland al noreste de Australia, al sureste de Nueva Guinea occidental y al sur de Papúa Nueva Guinea es el hogar de más de mil especies de peces, 125 de tiburones y más de cinco mil de moluscos.
Cydney, 2 de octubre 2012
Prensa Latina