La Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho), junto con el Instituto Lationamericano de Altos Estudios Sociales (Ilaes) de Chile, diseñó las maestrías latinoamericanas en Gestión Pública Integral y Formación y Gestión Universitaria con un concepto de educación inédito, que rompió con los viejos paradigmas de la educación formal, enfocada en los valores socialistas.
Estas maestrías llegaron a feliz término este 25 de noviembre con la presentación, luego de tres días consecutivos, de las tesis de grado.
Como “maestrías caminantes” definió el doctor Carlos Moya, rector del Ilaes-Postgrado, la idea central de lo que resultó ser un convenio suscrito entre ambas instituciones cuyo proyecto piloto inició en octubre de 2009, y casi tres años después, culminó con la satisfacción de haber formado a 75 servidores y servidoras de la administración pública venezolana, provenientes de 17 estados del país.
Estas personas realizaron estudios a distancia y se reunían mensualmente en alguna región de nuestra geografía nacional, con la idea de intercambiar conocimientos y acercarse a la realidad socioeconómica de la entidad, mediante visitas a alguna comunidad organizada, empresa o proceso social. Esta experiencia les permitió recorrer buena parte del territorio nacional.
“Ha sido una decisión acertada de la Fundación que los cursos de la maestría se dieran en toda Venezuela, porque cada una de las jornadas significó contacto con la gente, conocer las actividades productivas más interesantes de cada ciudad y significó vincularse con los movimientos sociales, con dirigentes comunales y estudiantes”, señaló Moya y recordó sonriente la particular experiencia vivida en la Plaza Bolívar de Cumaná.
“En un momento en el que la Universidad de Oriente estaba cerrada, tomamos la plaza y 400 personas escucharon una reflexión crítica sobre la universidad latinoamericana. Fundayacucho ha hecho un trabajo creativo e inédito como lo es el Socialismo Bolivariano”.
Destacó que, se cumplieron los objetivos propuestos de hacer maestrías vinculadas al proceso de transformación sociopolítico de Venezuela, entender la realidad social como objeto de estudio, utilizar todo aquello nuevo en el proceso político emancipatorio: cambio, innovación, avance o retroceso en la aplicación de las políticas, pensar y reflexionar no se trató de hacer investigación solo de los problemas, sino de reflexionar críticamente sobre la marcha del proceso, producir conocimiento y generar propuestas que ayuden a mejorar el sistema.
La maestría de Gestión Pública Integral tuvo el propósito de vincular el mejoramiento a la gestión ética con el rol social, y la maestría en Formación y Gestión Universitaria buscó generar especialistas que construyan un nuevo modelo de universidad.
Adriana Tovar Rodríguez, presidenta de Fundayacucho, indicó que la culminación de esta fase del convenio resulta un logro para el Gobierno Bolivariano.
“Desde un principio este proceso de formación no se planteó desde el estricto academicismo, sino que se buscaba que cada becario y becaria viviera de manera activa su objeto de investigación. Se desarrolló desde lo andragógico, bajo la sistematización de las experiencias que en revolución estamos realizando, con la idea de transformar la realidad dentro de la construcción del nuevo Estado Comunal”.
Sobre el Ilaes
El Instituto Latinoamericano de Altos Estudios Sociales (Ilaes), con una perspectiva hacia el sur, tiene por objetivo cooperar con la formación académica en Latinoamérica y el Caribe, a través de convenios con universidades paraguayas, brasileñas y argentinas. Además, pertenece a la red de Postgrados Latinoamericanos y mantienen un Doctorado en Ciencias de la Educación.
En este sentido, Elisa Araya, docente del Ilaes, explicó que a diferencia de otras maestrías, con las maestrías latinoamericanas se tiene una propuesta académica de construcción de conocimientos, que quiere romper con el excesivo academicismo de formación, en el que los estudiantes recogen una serie de referencias teóricas, que después se convierten en palabras estériles.
“Los postgraduados tienen que tener herramientas para actuar con marcos de referencia, sino las teorías se constituyen en letra muerta. En el diálogo reflexivo y la práctica surgen nuevas respuestas y esa es la diferencia. En el Ilaes tenemos una pedagogía de autores y actores que son los propios estudiantes”.
La experiencia con Fundayacucho sirvió para que desde otras instituciones se interesaran por la propuesta metodológica, por lo que en muy poco tiempo las maestrías volverán a caminar en otra nación hermana.