La milenaria historia mexicana posibilita que su riqueza arqueológica, una de las más grandes del mundo, se enriquezca constantemente con importantes descubrimientos.
Una mayoría de esos hallazgos son resultados de investigaciones que llevan a cabo los especialistas, pero otros son casuales, realizados por pobladores locales.
Esas reliquias históricas datan de distintos momentos prehispánicos y revelan el desarrollo de las numerosas culturas que poblaron el territorio actual de la nación. Estas fueron, entre otras, olmeca, teotihuacana, tolteca, zapoteca, maya, azteca, mixteca y chichimeca.
Hallazgos
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), la entidad encargada de garantizar la investigación, conservación, protección y difusión del patrimonio histórico, arqueológico, antropológico y paleontológico, acaba de presentar un informe sobre los principales descubrimientos en el 2012.
Entre estos se encuentran diversas herramientas que pertenecieron a grupos cazadores-recolectores, considerados entre los primeros pobladores del continente americano.
Asimismo, aparecieron varios entierros y ofrendas funerarias, con características diferentes de acuerdo con su cultura, que tienen numerosos siglos de antigüedad.
Se destacan cuatro tumbas zapotecas localizadas en la recién abierta zona arqueológica de Atzompa, en Oaxaca, las cuales tienen más de mil 100 años.
Al sur del país, en el Templo XX de Palenque, en Chiapas, un equipo multidisciplinario del INAH entró por primera vez a una cámara funeraria descubierta hace 13 años.
Ese lugar guarda los restos de un hombre que puede ser uno de los primeros soberanos de esa región, Kâ€Öuk Bahlam I, quien ascendió al trono en el año 431 después de nuestra era (d.n.e.)
En tanto en Cholula, Puebla, se localizó un panteón familiar, donde están 13 individuos, agrupados en dos entierros, cuya antigüedad es de 800 años.
En el pueblo de Onavas, al sur de Sonora, fue descubierto el primer cementerio prehispánico en ese estado, el cual tiene alrededor de mil años y está integrado por los restos de 25 personas.
De estas, 13 presentan deformación intencional del cráneo y cinco mutilación dentaria, prácticas culturales de las que no se tenía registro en esa región.
Asimismo, en la zona arqueológica del Templo Mayor, ubicada en el actual Distrito Federal, se encontraron ornamentos que en su conjunto forman una versión iconográfica sobre el nacimiento de Huitzilopochtli -el principal dios mexica- y el origen de la Guerra Sagrada entre esta etnia.
Además, se descubrió una estructura circular que contenía un tronco fragmentado, el cual pudiera ser uno de los árboles sagrados del recinto ceremonial.
En el municipio de Huimilpan, en Querétaro, se hallaron vestigios paleontológicos de hace miles de años, entre ellos los restos de un mamut de 100 siglos de antigüedad.
Igualmente, en Atotonilco de Tula, en Hidalgo, aparecieron huesos de una megafauna, con también unos 10 mil años.
En Guanajuato se encontraron más de tres mil motivos pictóricos rupestres distribuidos en 40 sitios rocosos, que aluden a rituales de curación, petición de lluvias y cultos, hechos por comunidades que ocuparon esa zona durante el primer milenio d.n.e.
Otro hallazgo de relevancia fue un teatro maya de mil 200 años de edificado, ubicado en el sitio arqueológico Plan de Ayutla, en Chiapas, posiblemente usado por personajes de elite para representaciones escénicas de carácter artístico, religioso y sobre todo político.
Zonas arqueológicas
Siete zonas arqueológicas abrieron sus puertas al público en el 2012. Son Atzompa, en Oaxaca; Pahñú, en Hidalgo; San Miguelito, en Quintana Roo; Tecoaque, en Tlaxcala; Lagartero e Iglesia Vieja, ambas en Chiapas; y El Cóporo, en Guanajuato. Así suman un total de 187 en la república.
Esta extraordinaria riqueza histórica y cultural, junto a los más de 100 museos, son también una gran atracción turística, que capta anualmente a numerosos visitantes nacionales y extranjeros. La afluencia de ellos en el primer cuatrimestre del calendario recién concluido fue de casi siete millones.
En los sitios mayas en específico, solamente entre los días del 21 al 23 de diciembre, la cifra de asistentes fue de 160 mil turistas, motivados por la culminación del 13 Baktún, señalado en el calendario maya como el comienzo de una nueva era.
La mayor cantidad de visitantes a los sitios arqueológicos del país se registran en la zona maya, principalmente en Chichén Itzá, en Yucatán; Tulum y Cobá, en Quintana Roo; y Palenque, en Chiapas.
Chichén Itzá es el centro urbano más importante de la vasta región cultural de ese pueblo precolombino. Tuvo su máximo auge entre los años mil y mil 200 d.n.e.
Contiene algunos de los más sobresalientes ejemplos de la arquitectura prehispánica del sur de México, como el juego de pelota de dimensiones colosales y los templos de las Columnas y de los Guerreros, entre otros.
El dios que presidía el lugar, según esa mitología, era Kukulcán, representación de Quetzalcóatl, deidad tomada del panteón de la cultura tolteca.
Por su parte, Tulum, según referencias, data del 564 d.n.e., aunque la mayor parte de sus edificios que se mantienen hoy fueron construidos entre los años 1200 y 1450. Esta fue habitada hasta los primeros momentos de la colonia española, pero a finales del siglo XVI ya no quedaron residentes.
La ciudad de Cobá llegó a contar con 50 mil habitantes. Su mayor parte fue construida entre los años 500 y 900 d.n.e. y tenía varios templos, entre los cuales sobrevive la pirámide del Nohoch Mul, de 42 metros de altura.
Palenque era uno de los principales centros comerciales mayas del periodo Clásico. Tuvo su época de esplendor durante los años 650 y 750 d.n.e.
Las civilizaciones precolombinas dejaron múltiples legados de su obra, que sobreviven hoy al paso de los siglos. Ellas están presentes en los vestigios de sus pirámides, asentamientos, palacios, templos, estatuas, ornamentos, herramientas, cerámicas, ofrendas y tumbas, entre otros.
Dichas construcciones permanecen hoy como testimonio de ese pasado, que a pesar del impacto destructivo de la colonización, del tiempo y de las discriminaciones, se negó a desaparecer para orgullo y patrimonio de las siguientes generaciones de mexicanos.
Santiago de Chile 56 de Enero 2013
Por Jacinto Granda Prensa Latina en México.
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