Trípoli. La incertidumbre reinaba en la capital libia tras el secuestro de manifestantes que protestaban contra las presiones de milicias armadas que procuran forzar la cesantía de empleados públicos del derrocado gobierno de Muamar Ghadafi.
Choques entre protestantes y grupos armados que rodean hace días la sede de los ministerios libios de Justicia y Relaciones Exteriores ocurrieron horas atrás y algunos de los manifestantes fueron secuestrados por esos individuos, dijeron testigos.
Protestas similares se han reportado en otras localidades del interior de Libia, donde gobierna un equipo designado tras el derrocamiento del presidente Ghadafi por una intervención militar de países miembros de la OTAN, apoyada en la acción de esos grupos armados, entre los que figuran extranjeros.
Las sedes de ambos ministerios están bajo sitio desde hace dos semanas por grupos irregulares que exigen la expulsión de personas que hayan laborado durante el gobierno anterior y ubicación en las vacantes de sus miembros, tengan o carezcan la preparación requerida.
Entre los que tendrían que abandonar sus cargos están el primer ministro Alí Zeidan, quien se asiló en los años 80, y el titular de Defensa Mohamed Bharghatti, que presentó su dimisión el miércoles pero la retiró a instancias del jefe del gabinete.
La impotencia de la seguridad impulsó al Reino Unido a retirar parte del personal de su embajada aquí y al Departamento de Estado norteamericano a recomendar a sus súbditos que eviten viajar a este país del norte de África, salvo circunstancias excepcionales y bajo ningún concepto a las ciudades de Bengasi, Bani Walid, Sabha y Kufra.
Días atrás la embajada de Francia en Trípoli fue objeto de un atentado dinamitero que destruyó parte del edificio que alberga la legación e hirió a dos guardas galos.
En septiembre pasado el consulado estadounidense en Bengasi fue destruido por desconocidos durante un ataque en el que murió el embajador Christopher Stevens.
La acción desató una pesquisa en el Congreso estadounidense durante la cual se han revelado severas brechas de las medidas de seguridad.
Santiago de Chile 12 de mayo 2013
Fuente: Prensa Latina
Crónica Digital