El escenario electoral en Chile quedó finalmente dibujado tras la inscripción de los candidatos presidenciales y aspirantes a ambas cámaras del Congreso, quienes se medirán en los comicios del 17 de noviembre.
Anoche venció el plazo para que los partidos y las alianzas inscribieran a sus abanderados, que si bien en la mayoría de los casos a partir de hoy es que salen a las calles respaldados por sus registros ante el Tribunal Electoral, desde hace semanas, incluso meses, desplegaron carteles con sus rostros en las comunidades e iniciaron sus acciones de campaña.
Además del presidente, a fines de año los chilenos elegirán a los 120 integrantes de la Cámara de Diputados, una veintena de senadores, y los consejeros de las 15 regiones del país.
La expresidenta Michelle Bachelet, candidata presidencial del pacto opositor Nueva Mayoría, quedó inscrita de manera automática tras su arrasadora victoria en las elecciones primarias del 30 de junio último, con el respaldo de más de un millón 500 mil votos.
Bachelet se impuso cómodamente frente a sus contendientes de la Democracia Cristiana (DC), el Partido Radical Social Demócrata y un independiente, y es señalada por todas las encuestas como la favorita para ganar los comicios presidenciales.
La exmandataria, del Partido Socialista y postulada inicialmente también por los partidos Por la Democracia, Comunista, Izquierda Ciudadana y Movimiento Amplio Social, goza ahora también del respaldo de la DC en la carrera por el Palacio de La Moneda.
«Nosotros hemos dicho que ojalá podamos ganar en primera vuelta y vamos a trabajar para ello. Pero no se trata de una persona o de otra, sino de los proyectos de país que están detrás de las distintas candidaturas», expresó Bachelet la víspera en un acto de campaña en la comuna de Pudahuel.
Además de la exmandataria, ocho candidatos presidenciales más inscribieron sus nombres en días recientes, algunos de ellos incluso anoche, a pocas horas de que expirara el plazo para oficializar las postulaciones ante el Tribunal Electoral.
El domingo lo hizo la exministra de Trabajo Evelyn Matthei, carta de la alianza de derecha que integran los partidos Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN).
Desde mediados ambas agrupaciones se vieron abocadas a una carrera contra reloj, luego de la sorpresiva renuncia de su abanderado, Pablo Longueira, aquejado por un severo cuadro de depresión, según alegó a solo cuatro meses de los comicios.
El exministro de Economía Longueira, discípulo del dictador Augusto Pinochet y uno de los ideólogos de la UDI, ganó las primarias en las filas oficialistas del 30 de junio.
A su vez, Longueira había tenido que entrar de forma apresurada en la contienda tras el abandono del anterior abanderado de la UDI, el extitular deObras Públicas Laurence Golborne, inmerso en un escándalo por no declarar bienes en el exterior y por su gerencia frente a una empresa cuestionada por abusar de los consumidores.
Además de Bachelet y Matthei, por la Presidencia compite el líder del Partido Progresista (PRO), el cineasta y periodista Marco Enríquez-Ominami, hijo del asesinado cofundador y secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el médico Miguel Enríquez.
El líder del PRO, quien en las elecciones de 2009 participó como independiente y capturó el 20 por ciento de los votos, esta vez además de ser respaldado por su partido -que fundó luego de los comicios- cuenta con el apoyo del Movimiento del Socialismo Allendista, los liberales y otras agrupaciones.
La papeleta presidencial también la integrarán Marcel Claude, por los partidos Humanista e Izquierda Unida, el profesor Ricardo Israel, del Partido Regionalista de los Independientes, el profesor y economista Franco Parisi y el exdemócratacristiano Tomás Jocelyn Holt, ambos independientes.
Otros nombres que disputarán la presidencia son los de Roxana Miranda, del Partido de la Igualdad y líder de la Asociación Nacional de Deudores Habitacionales, y Alfredo Sfeir, del Partido Ecologista.
Aunque algunas voces no descartan que se pueda producir una segunda vuelta entre candidatos de la centro-izquierda, la mayoría de los estudios vaticinan que la disputa final por La Moneda será entre Bachelet y Matthei, dos hijas de exgenerales de la Fuerza Aérea de Chile.
Los padres de ambas tomaron rumbos diferentes luego del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra el presidente Salvador Allende, encabezado por Pinochet.
Mientras el general Bachelet se opuso al cuartelazo, fue torturado y resultó muerto en prisión, Matthei se sumo a la junta militar, con altos cargos en el régimen de facto.
La expresidenta Bachelet, de 63 años, entre sus propuestas programáticas defiende la educación pública y gratuita, una reforma tributaria que permita recaudar unos ocho mil 200 millones de dólares para reformar la enseñanza en el país, y aboga por una Asamblea Constituyente, que permita una ruta para poner fin a la actual Carta Magna, heredada de la dictadura.
Matthei, de 59 años, apodada «la Dama de Hierro» en sectores políticos, ha dicho que basaría su mandato en cuatro pilares: educación, salud, lucha contra la delincuencia y desarrollo de las regiones.
Más de 13 millones 300 mil chilenos componen el padrón electoral. El pasado año se estrenó el voto voluntario para los comicios municipales, y solo acudieron a las urnas cinco millones 400 mil ciudadanos, lo que significó un 60 por ciento de abstencionismo.
Por Enrique Torres
Santiago de Chile, 20 de agosto 2013
Crónica Digital/PL