Este fue parte de su mensaje a las futuras generaciones, en conversación con el Ciclo de Grandes Chilenas, del programa “Mujeres” de Radio U. de Santiago, donde relató de manera inédita su detención en Villa Grimaldi y Cuatro Álamos, y su dedicada labor en defensa de los Derechos Humanos durante la dictadura.
Respecto a las elecciones presidenciales y parlamentarias, la viuda del ex general Alberto Bachelet, señaló que su hija está perfectamente capacitada para volver a ser Presidenta de Chile.
En una conversación que se extendió por cerca de dos horas y que se erige como un verdadero documento histórico, Ángela Jeria, dando cuenta de su fortaleza y calidad humana, rememoró cómo pocas veces lo ha hecho, los acontecimientos que más han impactado su vida y que están estrechamente ligados a los últimos 40 años de la historia de Chile.
La arqueóloga, de 87 años, superada en varias ocasiones por la emoción, señaló a sus entrevistadores, los periodistas Gabriela Martínez y Marco Espinoza, que en las jornadas posteriores al martes 11 de septiembre, su hogar es allanado en dos ocasiones y su esposo, el general Alberto Bachelet, secretario nacional de Distribución del gobierno de Salvador Allende, es detenido en la Base Aérea de Colina y luego en la Academia de Guerra Aérea, donde es sometido a torturas.
Ángela confesó que su marido, un general masón y constitucionalista, se mantuvo con optimismo y siempre con la esperanza de ser liberado; por ello su inesperado fallecimiento fue doblemente doloroso. “Era como tratar de mirar y tener un telón blanco, como si una parte de mi vida se hubiera acabado. Mi hijo estaba en Australia, desesperado, y le dije ‘No vuelvas por ningún motivo’. Tenía el mismo nombre de su padre”, afirmó.
Es en medio del dolor, cuando -junto a su hija Michelle- comienza sus primeras labores de solidaridad en favor de los perseguidos por la dictadura. “Éramos muy ingenuas, nunca supimos de lo que ellos eran capaces, de las cosas que iban a hacer, y también de lo indefensas que estábamos nosotras. Pero teníamos la tranquilidad de saber que estábamos haciendo cosas por la gente, no pensando en uno, sino que en los demás”, enfatizó Ángela Jeria.
Pero el rigor de la acción de los organismos de seguridad también la afecta directamente. A principios de 1975 es detenida en Villa Grimaldi y Cuatro Álamos, donde sufre diversos apremios físicos y sicológicos, hasta que se determina su expulsión del país. De forma muy vívida, Ángela rememora: “Estuve encerrada en un cajón, durante diez días, sin comer, sin agua y sin salir al baño. Me tenían en un lugar, donde al frente se torturaba. En la noche, se escuchaban los gritos de gente que estaba herida a bala”.
“Como madre, no quiero que Michelle sufra”
De amplia y reconocida labor de defensa de los Derechos Humanos durante su exilio, Ángela sella su regreso a Chile en 1979. Inmediatamente se integra a diversas organizaciones de denuncia, siendo detenida en tres ocasiones. En 1980, se hace parte de la romería organizada tras la muerte del estudiante deperiodismo José Eduardo Jara; y en 1986, asiste al velatorio del fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri, quien fallece producto de las quemaduras infligidas por parte de una patrulla militar.
“Estábamos en la Comisión Chilena de Derechos Humanos y llegaron los Carabineros. Nos ahogaron con bombas lacrimógenas, la gente se desmayaba. Hubo que salir arrancado con el ataúd para poder llevarlo al cementerio. La situación era violentísima, había un clima de incertidumbre muy grande. Pero superamos la dictadura, sin armas, con nuestra palabra. Eso hay que destacarlo”, enfatizó.
Su gran apoyo y compañía en este proceso histórico es su hija Michelle, quien de acuerdo a su visión, marca una importante inflexión al frente del Ministerio de Defensa, durante el gobierno de Ricardo Lagos. “Jamás dio señales de odio, porque no lo tenemos; ni de venganza, porque jamás se nos ha pasado por la mente. Era vital poder crear puentes, entre las Fuerzas Armadas –que son distintas a las de 1973- y la civilidad”.
Respecto a la posibilidad de que su hija, candidata presidencial de la Nueva Mayoría, llegue nuevamente a La Moneda, plantea: “Por un lado, creo que tiene todas las capacidades para hacerlo bien, y siento que Chile la necesita. Por otro, considero que es una labor dura, hay muchos problemas que resolver en el país, no va a ser fácil. Como mamá uno no quiere que su hija vaya a sufrir. La voy a apoyar en todo lo que ella decida”.
Santiago de Chile, 3 de septiembre 2013
Crónica Digital
