Un equipo de expertos constataron la existencia de una fobia poco conocida entre los humanos denominada trypophobes o miedo a las agrupaciones de pequeñas formas geométricas.
La revista especializada Psychological Science publicó que esta fobia se activa en el individuo cuando ve grupos de agujeros en diversas formaciones, simétricos o asimétricos, causando reacciones como migrañas graves, ataques de pánico, sudores y taquicardias.
Según los científicos de la Universidad de Essex en Colchester, Reino Unido, las personas pueden experimentar esta sensación al ver hormigueros, panales de avispas, cabezas de semillas de loto o pompas de jabón.
Por otro lado, sugieren que puede estar provocada como resultado de una función visual específica evolutiva relacionada con algunos animales venenosos y no se trata de un miedo social aprendido, como es usual en las demás fobias.
Los investigadores realizaron un análisis espectral con 76 fotografías que inducen la trypophobia y se encontraron que los estímulos tenían una composición espectral asociada típicamente con imágenes visuales incómodas.
Durante un experimento, el 16 por ciento de los participantes informaron reacciones relacionadas con esta fobia.
Para los expertos, todo el mundo tiene tendencias de trypophobic a pesar de que pueden no ser conscientes de ello.
Asimismo consideran que los resultados respaldan la teoría de que el hombre está configurado de forma innata para temer a los elementos que le hacían daño en su pasado evolutivo.
Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad que se evidencia con un temor fuerte e irracional hacia algo que representa poco o ningún peligro real.
Estudios previos plantean que esta afectación es uno los trastornos psiquiátricos más comunes, el cual afecta hasta al 10 por ciento de la población.
Entre las fobias de mayor incidencia se incluyen el temor a los túneles, a conducir en autopistas, al agua, a volar, a los animales y a la sangre.
Londres, 4 de septiembre 2013
Prensa Latina