Palabras del canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, junto con exposiciones sobre logros y desafíos, marcaron la celebración de los 10 años de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
El ministro de Relaciones Exteriores se mostró honrado con la invitación y los elogios del director de la Academia Diplomática de Chile, Juan Somavía, no sólo en el sentido personal, sino sobre todo a la validez de ALBA-TCP.
«Hace algunos años en el PNUD de Naciones Unidas se cuestionó la forma en que se medía el desarrollo en el mundo y desde entonces países latinoamericanos como Ecuador, nos hemos atrevido a hablar de desarrollo para el Buen Vivir», comentó.
Eso es en esencia el ALBA, poner el sistema de Gobierno en función del Buen Vivir de los pueblos, acotó.
Patiño anunció que el próximo 14 de diciembre «festejaremos en una Cumbre en La Habana el encuentro de Hugo Chávez con Fidel Castro, histórico y fundacional de nuestra concertación que en un inicio llamado Alternativa».
Un hito para quienes estamos convencidos de que la integración puede ser un largo y complejo camino pero es un proceso necesario e impostergable, sentenció.
En otros apuntes, el jefe de la diplomacia de Quito recordó como las deudas de las naciones en desarrollo están diseñadas para someter a los países, y en particular se refirió a la paradoja petrolera a la que se enfrentaba su país.
«Sucedía que el 20 por ciento del petróleo extraído era para beneficio de los ecuatorianos y el 80 por ciento restantes de las firmas extranjeras. Con petróleo estábamos en la pobreza y decidimos acabar con ese contrasentido», detalló.
El titular subrayó que la filosofía del ALBA pondera la inclusión y en proyectos de beneficio para sus ciudadanos, como las ideas que se discutirán en La Habana para potenciar su plataforma económica y en el terreno de los medicamentos.
Patiño añadió que vino a Chile en corta visita privada invitado por la red de ciclovías de Santiago, en virtud de que en Ecuador se adelanta el programa «Un día en bici al trabajo» que se hace una vez a la semana.
El acto contó con la presencia de los embajadores de países del ALBA en Chile, María Luisa Robleto (Nicaragua); Adolfo Curbelo, Cuba; Arévalo Méndez (Venezuela); Magdalena Cajías, Cónsul General de Bolivia y Homero Arellano (Ecuador).
Además de estudiantes de la Academia Diplomática de Chile que escucharon una detalla intervención de Francisco Racines, coordinador de la Secretaría Económica del ALBA, quien valoró la voluntad política de Latinoamérica de cooperación.
Racines habló del trato especial y diferenciado dentro del concepto de complementariedad que funciona en el ALBA, «pero no buscando equiparaciones a veces imposibles o injustas, sino de colaboración para el desarrollo de todos sus integrantes».
En esa misma línea, el embajador Arévalo Méndez remarco que se trata de un espacio de cooperación entre iguales con el objetivo supremo de nueve países de eliminar las exclusiones y avanzar hacia el mejor disfrute de la calidad de vida.
María Luisa Robleto, la jefa de la legación diplomática de Nicaragua, se mostró satisfecha por la gran acogida que tuvo el encuentro organizado precisamente por su embajada.
Santiago de Chile, 28 de noviembre 2014
Crónica Digital / pl