Poco queda para la inauguración de la 20 Conferencia sobre Cambio Climático (COP20), a celebrase en Lima, Perú, del 1 al 12 de diciembre, un encuentro que busca lograr el borrador de un nuevo acuerdo para la reducción de gases de efecto invernadero.
En el primer trimestre de 2015 los países anunciarán las iniciativas propuestas para reducir las emisiones reales y la toma de medidas a incluir en un proyecto que permitirá ver las verdaderas intenciones y calcular el progreso hacia un compromiso internacional.
Muchos son los criterios y posiciones diversas en torno a los resultados que logrará el magno evento, sin embargo, todos coinciden en que es urgente conseguir un segundo periodo de compromisos que sustituya a partir del 2020 al Protocolo de Kyoto.
El V y más reciente informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), así lo confirma: «Si no se le pone freno, el cambio climático hará que aumente la probabilidad de impactos graves, generalizados e irreversibles en las personas y los ecosistemas».
El documento, basado en estudios y conclusiones producidas por más de 800 científicos, muestra la necesidad de aumentar la acción de los gobiernos y la sociedad en su conjunto para limitar el calentamiento global.
De ahí que los más optimistas esperan obtener un acuerdo climático ambicioso, justo y equitativo, pero para ello, los países industrializados, principales responsables históricos y actuales del problema, deben aumentar sus planes de mitigación, tecnología y financiamiento para que los menos desarrollados puedan enfrentar el cambio climático.
De ello dependerá la supervivencia de los pequeños estados insulares, la agricultura y la vida en las naciones más pobres.
Al respecto, el doctor Ramón Pichs Madruga, miembro IPCC, dijo a Prensa Latina que «a su juicio en esta reunión el avance será muy limitado».
Pichs Madruga destacó que de concretarse algún acuerdo será muy elemental, basado en la voluntariedad de los países, y quedaría muy por debajo de lo que se requiere según las evidencias científicas.
No obstante reconoció que hay algunas señales importantes, como es el reciente compromiso anunciado por Estados Unidos y China de reducir sus emisiones para 2030.
Por tanto, hay algunas posibilidades de que se obtenga algo, que al menos permita mantener el proceso en movimiento, pero casi seguro será muy limitado, pero habrá que esperar, reconoció Pichs Madruga.
Por Vivian Collazo Montano*
Lima, 29 de noviembre 2014
Crónica Digital / PL