Sin brillo pero con mucha intensidad y entrega, Chile dejó la piel esta noche en la cancha del MetLife Stadium y Argentina volvió a decepcionar, en la final de la Copa América de Fútbol.
Nuevamente en la lotería de los penales los chilenos fueron mejores que los argentinos y su capitán Claudio Bravo se erigió como héroe al tapar un disparo de Lucas Biglia, y antes, en el alargue, un remate de cabeza del Kun Agüero.
Chile dio una demostración de coraje y convicción. Para los penales perdió a dos de sus cracks, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas, por lesión y agotamiento físico. Para colmo, Arturo Vidal fracasó en su intento desde los 11 metros.
Con todo lo negativo en apariencia para Chile, el desmoronamiento de Argentina llegó con el desliz de Lionel Messi, al lanzar el balón a las gradas. Javier Mascherano y Agüero convirtieron y Biglia erró.
La Roja se manejó con entereza. Nicolás Castillo, Charles Aránguiz, Jean Beausejour lograron dar la ventaja y Francisco el Gato Silva tuvo el honor de volver a dar a Chile la Copa América por segundo año consecutivo.
Los goles pudieron llegar en los vibrantes primeros 10 minutos del tiempo extra. A los 98 Edson Puch se desmarcó por la izquierda y centró para que Edu Vargas rematara de cabeza, con buena tapada de Sergio Romero.
Apenas un minuto después, Messi cobró tiro libre a 39 metros y Sergio Kun Agüero peinó el balón con la cabeza y cuando parecía ingresar la esférica en las redes, una mano prodigiosa del arquero Claudio Bravo salvó a Chile.
El MetLife de esta pequeña ciudad aledaña a Nueva Jersey parecía reventar de entusiasmo, con los colores de los rioplatenses dominando los graderíos, sin olvidar que los hinchas chilenos, en minoría, eran bastante ruidosos.
Como casi siempre ocurre en las finales de los grandes torneos, lo de Chile y Argentina fue un calco de lo sucedido en el Estadio Nacional de Santiago el 4 de julio, salvo el trabajo arbitral del brasileño Heber Lopes, muy cuestionado.
Argentina tuvo también el triunfo en los botines de Sergio Kun Agüero a los 84 minutos, quien remató con mucha potencia pero a las nubes.
En realidad la Roja concentró todos sus esfuerzos en los toques cortos y penetraciones en jugadas colectivas, mientras los albicelestes esperaron con ansiedad porque se frotara otra vez la lámpara de Aladino y Messi resolviera el partido.
La Pulga ofreció uno de sus conciertos en solitario, quizás no el mejor, aunque sí el único que se fue agrandando con el avance del duelo, ante la inoperancia de Higuaín primero, y luego el Kun Agüero y Banega.
El tiempo complementario fue más atemperado. Los dos elencos se plantaron de forma más conservadora. Argentina apostando al contragolpe y Chile a la posesión en busca de ataques organizadores por el centro y sobre todo por las bandas.
Messi, figura siempre por su juego vistoso, hizo bastante teatro en sus desbordes y logró por lo menos que el árbitro sacara tres amarillas, dos con expulsión de un chileno.
Argentina dio el primer aviso apenas escuchado el silbato inicial con disparo cruzado peligroso de Ever Banega a los 24 segundos.
Marcaría la tónica de los primeros 30 minutos, en los cuales a los 21 Gonzalo Higuaín repitió fracasos anteriores, al fallar solo frente al portero de la Roja Claudio Bravo remató ligeramente desviado.
El árbitro brasileño Heber Lopes se convirtió en protagonista del cotejo en el período inicial, al sacar dos amarillas al chileno Marcelo Díaz y decretar su expulsión a los 28 minutos. Chile debió aguantar con 10 hombres.
En un partido muy trabado en el mediocampo y físico en sentido general, Lopes emparejó su mala decisión anterior contra Díaz. Una falta dura de Marco Rojo contra Arturo Vidal lo hizo sacar una roja directa a los 43 minutos.
Además del error de Gary Medel a los 21, desaprovechado por Higuaín, Argentina disparó cinco veces más a puerta, en tanto los chilenos ni siquiera lograron inquietar al guardameta Sergio Romero.
Los equipos alinearon de la siguiente forma:
Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori, Marcos Rojo (expulsado a los 43); Lucas Biglia, Javier Mascherano, Éver Banega (Erick Lamela); Lionel Messi, Gonzalo Higuaín (Sergio Agüero) y Angel Di María (Matías Kraneviter).
DT: Gerardo Martino.
Chile: Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour; Marcelo Díaz (doble amarilla a los 21), Charles Aránguiz, Arturo Vidal; José Pedro Fuenzalida (Edson Puch), Eduardo Vargas (Nicolás Castillo) y Alexis Sánchez (Francisco Silva).
DT: Juan Antonio Pizzi.
Por Fausto Triana
East Rutherford, EE.UU., 26 junio 2016
Crónica Digital / PL
