El Congreso Nacional de Chile acordó feriado el próximo 2 de enero, ante el hecho de que el primer día del año 2017 cae domingo, en una medida que provocó cierta polémica.
La adopción de la iniciativa de la presidenta de la República, Michelle Bachelet, se hizo en tiempo récord y recibió amplio respaldo popular a pesar de las críticas de la oposición de derecha y parte del empresariado.
El rechazo se dio por el supuesto de que conceder el 2 de enero como feriado, en lo adelante para todos los casos en que coincida con el fin de semana, ocasionará a la nación austral pérdidas económicas de 120 millones de dólares.
Sin embargo, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, consideró exageradas esas estimaciones, que apuntan contra la desaceleración de la economía de 1,5 por ciento en 2016 y en el rango de hasta 2,5 el próximo año.
El descanso del 2 de enero en este caso concreto, se añadirá a otro feriado para el 17 de septiembre si las Fiestas Patrias programadas 18 y 19 de septiembre de cada año, caen en fin de semana.
Bachelet argumentó, al reactivar un proyecto estancado desde 2012, que con esta idea habría «un día más
para el turismo, para el trabajo, para los ingresos, para todos en todo Chile«.
Santiago de Chile, 22 de diciembre 2016
Crónica Digital / PL
Para los trabajadores que ganan poco y trabajan mucho creo que esta bien.