Según los datos, los cadáveres fueron hallados en cárceles de los grupos extremistas en los barrios orientales de al Sukkari y al Kallasa, y las víctimas fueron liquidadas con disparos desde una corta distancia.
Tras la reciente liberación de la ciudad, las unidades del Ejército sirio encontraron numerosos depósitos de municiones y armas y salas de interrogatorio en escuelas y edificio públicos.
Por otra parte, en toda Alepo continúan intensas labores de desminado por parte de especialistas rusos y sirios, incluso en edificios semidestruidos y donde más de media docena de personas han muerto por el estallido de artefactos dejados por los terroristas.
Damasco, 26 de diciembre 2016
Crónica Digital / PL