Similar postura adoptaron los gobernantes de Hawaii, David Y. Ige; Connecticut, Dannel P. Malloy; Virginia, Terry McAuliffe; y Rhode Island, Gina M. Raimondo.
En el caso de California, Nueva York y Washington, sus líderes crearon la Alianza del Clima en Estados Unidos, destinada a aglutinar a los estados que respaldan el Acuerdo de París y aquellos que ‘toman medidas agresivas contra el cambio climático’, según explicaron en un comunicado.
La iniciativa planea promover el intercambio de información, mejores prácticas ambientales y también ‘implementar nuevos programas para reducir las emisiones de carbono de todos los sectores de la economía’.
Al mismo tiempo, un grupo de 27 senadores californianos encabezado por el legislador estatal Kevin de León solicitó a Brown convocar a una cumbre sobre el tema con la participación de México, Canadá y otros territorios estadounidenses.
El senador recordó que la Cámara alta local aprobó un proyecto que pondrá a California en el camino hacia un ciento por ciento de producción de energías limpias y renovables para 2045, al tiempo que eliminará el proceso de extracción de petróleo conocido como ‘fracking’.
Mientras tanto, 61 alcaldes también dieron a conocer que adoptarán, honrarán y mantendrán los compromisos con los objetivos consagrados en el Acuerdo de París, el cual pretende limitar el aumento de la temperatura mundial por debajo de dos grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales.
Entre estos alcaldes se incluyen los de Boston, Martin J. Walsh; Nueva York, Bill de Blasio; Chicago, Rahm Emanuel; Los Ángeles, Eric Garcetti; Filadelfia, Jim Kenney; Nueva Orleans, Mitch Landrieu; y Seattle, Ed Murray.
Algunos de ellos, como Walsh y De Blasio, decidieron mostrar su apoyo al pacto alcanzado por 195 naciones en diciembre de 2015 al iluminar anoche de verde los edificios de sus ayuntamientos.
Tras meses de suspenso en espera de su decisión final, Trump anunció ayer que abandonará el convenio y buscará reincorporarse después o adoptar un mecanismo nuevo, pero bajo términos que desde su punto de vista favorezcan a los estadounidenses y a la economía del país.
Esa medida provocó una lluvia de críticas dentro y fuera de Estados Unidos, de líderes mundiales, organismos internacionales, celebridades, científicos y ciudadanos en general.
Washington, 2 junio 2017
Crónica Digital /PL